Los miserables suelen utilizarlos para hacer politiquería barata: para mostrar a los demás algo que no son, y esa estrategia nunca les dio resultado. Algo le pasa al polémico ministro de Seguridad de Chubut, Federico Massoni, con el barrio INTA de Trelew, al que siempre vuelve para bien o para mal.
Regresa por las noches con sus policías a reprimir y herir con balas de goma a vecinos inocentes, o en las tardes haciéndose filmar como en un “reality show”, en el que algún admirador –al que convence previamente– se le acerca a pedirle sacarse una foto con él.
También llevó a un grupo de comunicadores amigos suyos para hacer “informes truchos”, en los que era aclamado por las mismas cuatro o cinco mujeres que, un día antes, habían ido a aplaudirlo a la salida del Concejo Deliberante; cuando lo citaron a dar explicaciones por la brutal represión policial que él comandó en ese mismo barrio, y terminó hablando del flagelo de la droga y de su término predilecto; el narcomenudeo.
Hasta ha utilizado al INTA, como blanco de su verborragia, de pobres argumentos, en estos últimos días, cuando dijo públicamente que en cada esquina del barrio había “un transa” vendiendo droga, protegido por funcionarios judiciales, legislativos y ejecutivos.
Por estos dichos, un fiscal fue a tomarle declaración a su despacho el viernes pasado y en vez de denunciar con nombre y apellido a los supuestos protectores, habló de generalidades. No fue concreto, según se dijo en un informe de prensa de la fiscalía de Trelew.
Massoni parece estar nervioso, haber perdido el rumbo y no saber qué hacer: de decir cualquier cosa sin tener en cuenta que su palabra tiene un doble efecto en la ciudadanía porque es funcionario, pasa a creerse el salvador de la humanidad, el ídolo de multitudes. Y en ese afán, parece que ahora se le ha ocurrido utilizar a los chiquitos del barrio. Justamente el otro día se hizo sacar una foto con unos pequeños que jugaban en las inmediaciones de la Subcomisaría de barrio INTA y quizás utilice esas imágenes para hacerse publicidad en las redes sociales como un superhéroe, “amigo de los chicos”.
¿Quién comprenderá los delirios de Massoni? Dicen que el nefasto “El Tero” Gómez se ha convertido en los últimos días en el que le saca fotos o lo filma con el celular.