Asociaciones intermedias de la comunidad, organizaciones sociales y agrupaciones políticas vinculadas al justicialismo solicitaron la creación de un comité local de «emergencia social y alimentaria» para tratar de contener y dar respuesta a las imperiosas necesidades que presenta un vasto sector de la población de Esquel.
Advierten que de esta manera se podría organizar de una mejor manera y transparentar la asistencia alimentaria que se viene dando desde el propio municipio.
«No podemos dejar de advertir que la falta de acceso a la alimentación que sufre una porción importante de la población de Esquel, tiene que ver principalmente con la falta de empleo», señala en uno de los párrafos el documento impulsado por el Instituto Futaleufú; bloque PJ del Concejo Deliberante de Esquel: Corriente Clasista y Combativa; Agrupación Peronismo Militante; Asociación Docentes Universitarios; Biblioteca Popular Tolkeyen y Kume Rakizuan Compuche.
«Según un informe surgido del ejecutivo municipal, en nuestra ciudad se pasó de asistir con bolsones alimentarios a 452 familias en marzo a un total de 2200 en julio. Aunque el pasado 6 de agosto el propio intendente habló de 3.600 familias asistidas. Si tomamos que cada familia tiene un promedio de 4 integrantes, la cuenta da que más de 1 cada 5 habitantes de Esquel no puede acceder por si mismo a su alimentación básica. Pero como el mismo informe reconoce -y todos los sabemos-, son muchas las instituciones solidarias que por fuera del municipio llegan a través de merenderos o cocinas comunitarias a vecinos/vecinas a las que el municipio no llega».
En este contexto «reclamamos la inmediata puesta en marcha de un comité local de emergencia social y alimentaria. Ese comité evitaría, por ejemplo, que el municipio que conduce Sergio Ongarato informe que una fundación local haya recibido el 28 de mayo 2 millones 832 mil 548 pesos, sin decir cuál es el nombre de esa fundación ni con que criterios distribuye la asistencia a familias y comedores. Siempre según el informe municipal, esos fondos administrados por esa fundación, equivalen a un cuarto de los 10 millones que el municipio pudo sumar para destinar a la compra de alimentos para su distribución en bolsones.
Creemos que para que la política no se sirva de la pobreza, las políticas públicas deben ser transparentes y estar disponibles para el conocimiento de todas las personas. Por eso llamamos también a esa fundación y sus autoridades a sumarse a nuestro pedido de crear un Comité de Emergencia Alimentaria».
Empleo
«Hace unas semanas, los dueños del frigorífico local le propusieron al intendente cederle en comodato gratuito las instalaciones y maquinarias para que el municipio arbitre la manera de continuar con la producción y evitar así que se pierda la fuente laboral.
Mientras tanto, la amenaza del despido se agiganta para esas familias y se suma al dolor de muchos zafreros y cazadores que este año no tuvieron siquiera la oportunidad del rebusque temporario de la caza de liebres para el faenamiento y la exportación. Es indignante que el achicamiento del mercado laboral sea el principal dato de la realidad que se repite y multiplica. Los problemas de hábitat: Tampoco son pocos los vecinos que recurren a la ocupación de terrenos por falta de viviendas la imposibilidad de continuar o acceder a un alquiler».