Ante la ola de robos tan particular de estas semanas empezamos a creer ya que el lugar más seguro es lejos de la Policía, en contra de la creencia popular.
La verdad es que últimamente la Policía de Massoni está siendo noticia y no justamente por ser eficiente sino todo lo contrario, algo que la verdad llama mucho la atención, teniendo en cuenta que el Ministerio de Seguridad se la pasa realizando cursos de capacitación al personal mediante oradores muy bien pagos, obviamente con dinero de nuestros bolsillos.
Éste miércoles cerca de las 11 de la mañana, en plena zona céntrica, la dueña de la distribuidora de alimentos DISLAC, decidió hacer el depósito de $400.000 en el banco GALICIA, ubicado en la esquina que está entre Av. Fontana y España, en Trelew.
La mujer fue “custodiada” por una mujer policía uniformada que debería estar capacitada para realizar este tipo de actividades tan delicadas.
La agente de policía, contra todo manual de custodia, tomó la mochila de la mujer e ingresó al banco mientras su protegida, SOLA, iba a estacionar el auto.
Cuando la empleada policial ingresó al establecimiento, un delincuente que salía del mismo, rápidamente le arrebató el bolso de dinero, la empujó y salió corriendo del lugar para darse la fuga con otro cómplice que lo esperaba en moto.
Es importante informar que lo que hizo la agente es un mamarracho desde el comienzo, ningún custodio nunca debe mantener en sus manos la mochila de su protegido; el hecho de hacerlo reduce su movilidad para una respuesta rápida ante una situación determinada.
Además también reduce su capacidad visual con respecto a lo que hay que proteger (en éste caso tanto la vida del protegido como el bolso de dinero), en lo que respecta a que tener el bolso en sus manos, ocasiona que la custodio no tenga visibilidad del mismo y en consecuencia, cualquier sujeto puede arrebatárselo con casi nulas probabilidades de reacción para prevenir tal situación.
Lo correcto hubiera sido que la dueña de DISLAC, se quede con la mochila y estacione el vehículo con la compañía de la agente en todo momento, de modo que ésta pueda tener la posibilidad de proteger ambos objetivos y ante un intento de robo, tenga tanto sus manos como el resto de su cuerpo libres para responder.
La situación podría haber sido peor, ante la despreocupación de la empleada policial por la propietaria de DISLAC los delincuentes podrían haber optado por secuestrar a ésta última con su propio vehículo… ¿y entonces?, ¿Qué hubiera hecho la agente? ¿Hubiera salido a correr a los delincuentes con el bolso de dinero en la mano? Nunca lo sabremos…
A todo esto se suman otros agravantes: a una cuadra y media, dos policías vigilando que nunca se enteraron de lo sucedido y cuando se informó al Comando Radioeléctrico éste, por alguna razón, tardó demasiado en avisar al resto de los móviles, lo que le dio tiempo a los ladrones de huir, abandonar la moto en la que se fugaron y abordar otro vehículo que tenían preparado para escapar definitivamente.
Se presume que los ladrones fueron 3: uno fue el que operó arrebatándole el bolso a la agente, otro era el que lo esperaba al primero a bordo de la moto en marcha para fugarse y el tercero es un individuo que hacía de campana
La huida de dos de los delincuentes está filmada por cámaras de seguridad y la moto fue hallada en pasaje Salta y calle Don Bosco (a escasas cuadras del lugar del hecho) obviamente sin rastros de sus tripulantes.
Sin duda otro hecho más que deja muy mal parada a la Policía del Chubut y al Minist
erio de Seguridad, lo cual nos hace pensar seriamente en la capacitación que le brindan al personal policial; sobre todo si recordamos esa vez que el ministro Federico Massoni hizo campaña publicitaria de un entrenamiento de aspirantes en una zona rural donde les decía a todos los aspirantes que tenía enfrente: “aquel que decida abandonar debe tocar la campanita”, haciendo alusión al elemento que se encontraba en una pequeña mesa en el medio del campo de entrenamiento; una imitación digna de una escena de la película brasileña “Tropa de Elite”, entrega cinematográfica que recomendamos ver a todos nuestros lectores.
O también aquella vez que Massoni entrenó él mismo, con ejercicios de “Crossfit”, a los empleados policiales queriendo vender la imagen de un Ministerio de Seguridad “rudo” que cuenta con personal policial de élite… al parecer no fue más que puro circo mediático, porque hasta ahora lo único que vemos es un GEOP que rompe puertas de casas abandonadas y en el mejor de los casos se confunden de vivienda, Unidades especiales que se rompen los tímpanos disparando escopetas desde la cabina de una camioneta y hacia la cara de personas inocentes, policías a los que les roban en casas alrededor de las comisarias en donde se desempeñan… y hasta ahora la última demostración de “eficiencia” policial: con una agente de policía que quiso hacer el papel de custodio y le sacaron de sus brazos una mochila con una cuantiosa suma de dinero, propiedad de una ciudadana a la que debía garantizarle seguridad.