En ausencia de la ballena franca austral, que no se encuentra en estas latitudes durante el verano. Los delfines se convirtieron en el mayor atractivo turístico de estos días, que con una actitud sumamente social se acercan a las embarcaciones y nadan a la par de ellas, mientras realizan hermosos saltos sobre el agua.
El ministro de Turismo de Chubut, Néstor García, reconoció que «el avistaje de delfines es una muy buena opción y de hecho desde hace años se realiza y cada vez se consolida más, como el avistaje de toninas overas que se hace en Puerto Rawson, a la altura de la desembocadura del río Chubut».
La especia más vista por la zona es el delfín oscuro o de Fitzroy, que se observa en grupos que van de 8 a 15 ejemplares, aunque a veces reúnen cientos que saltan alrededor de las embarcaciones.
Hay otros, como los delfines comunes, que se asocian con los oscuros porque en conjunto ubican con más facilidad a los bancos de peces y cada tanto aparece algún delfín «nariz de botella»
Esta variedad hace que el avistaje en estos días esté casi asegurado, siempre y cuando se den las condiciones climáticas necesarias para la navegación.
Los delfines pueden ser observados casi todo el año en los alrededores de Península Valdés, pero entran a los golfos Nuevo y San José en mayor cantidad durante los meses de verano, entre enero y marzo, atraídos por los cardúmenes de anchoítas, que acostumbran a nadar en grupos de a cientos.
Fuente: Telam