“Hay una carrera entre la segunda ola y la vacunación, y todo parece indicar que va a ganar la primera. El Gobierno no tiene ni margen político ni económico para hacer un cierre generalizado en un año electoral donde la prioridad es la economía. Probablemente haya cierre parciales por zonas geográficas. De todas formas, aunque eso no pase, la economía se va a cerrar. Por más de que estén abiertos los restaurantes, no va a estar la demanda para ese tipo de servicios”, analizó el economista de EcoGo, Federico Furiase. Es un bien resumen de lo que los analistas comenzaron a avizorar como un escenario posible frente a las distintas realidades que están sucediendo en los países vecinos, con un importante salto en el nivel de casos y de muertes, y crecientes medidas vinculadas con un mayor confinamiento de la población.
Cuando se consulta a los funcionarios sobre un eventual cierre en la Argentina, a coro repiten que la economía no resiste otra cuarentena larga como fue la de 2020 y que el año pasado fue de aprendizaje y de adopción de protocolos que justamente protegen a los trabajadores de los posibles contagios. Pero con el aumento de casos que se está evidenciando, sumado a que el plan de vacunación va demasiado lento, y que la región está muy complicada, en el Gobierno ya no descartan aplicar algún tipo de restricción. “Cuarentenas cortas y por región”, dicen los sanitaristas. “Se evalúa algún tipo de restricción horaria a la circulación”, reconoció la ministra de Salud, Carla Vizzotti.
Frente a este escenario de completa incertidumbre, las estimaciones que puedan hoy hacerse sobre el rumbo económico penden de un hilo. Lo que está claro es que si la economía se mantuviera todo el año en los mismos niveles de hoy, por un efecto estadístico, al comparar el promedio de 2021 con el promedio de 2020 mostrará un alza de entre 5 y 6 puntos, por más de que el PBI esté en el mismo lugar que al cierre del año pasado. Si, por el contrario, durante los próximos trimestres la recuperación siguiera, la Argentina podría crecer algo más y se ubicaría así en un nivel superior al cierre del año pasado.
Es el número al que aspira el ministro de Economía, Martín Guzmán, que habla de un crecimiento en torno al 7 por ciento. La pregunta es cómo afectará entonces esta segunda ola de la que el país no zafará, casi con seguridad. “En la Argentina, ya hubo una segunda ola, luego de las Fiestas, y al no imponerse restricciones, la actividad no se vio afectada. Si tenés medidas de ese tipo, posiblemente te mantengas o crezcas poco. Si no, el país puede aspirar a recuperar parte del 10% que cayó la actividad el año pasado”, afirmó Guido Lorenzo, economista de LCG.
Fuente: Infobae