Salud

Cuándo y cómo darnos la vacuna antigripal en tiempos de coronavirus

En general, la llegada del invierno nos obliga a cambiar los hábitos para resguardarnos de las inclemencias del clima, especialmente en determinada etapa de la vida, en la que nuestras defensas no son suficientes para lidiar con la enfermedad de temporada: la gripe.

Desde siempre, la tos, la fiebre, el resfrío, el dolor muscular y de cabeza, por ejemplo, son síntomas que nos pueden estar indicando que nos estamos engripando. Sin embargo, la pandemia de COVID-19 nos obligó a afinar la autoobservación, empezar a distinguir manifestaciones físicas más específicas y someternos a testeos, aislamientos e hisopados para descartar o confirmar que contrajimos el virus.

Para protegernos tanto de los virus de la gripe como del Sars CoV-2 (coronavirus), se utiliza una herramienta: la vacuna (una para cada tipo de infección). Y mientras la ciencia sigue trabajando en la creación de nuevos y más efectivos escudos contra el COVID-19 (las antigripales hace mucho que circulan en el mercado) empezamos a conocer una batería de inoculaciones, de orígenes y nombres diversos, que prometen convertirse en nuestra mejor arma a la hora de generar la inmunidad que nos resguarde del nuevo enemigo invisible. Pero también empezó a circular cierta duda, casi existencial: ¿bajo el reinado del coronavirus y de sus antídotos, ¿cuándo y cómo vacunarnos contra la gripe?

El doctor Omar Sued, presidente de la Asociación Argentina de Infectología, nos ayuda a despejar esta duda dándonos pautas actualizadas de la manera correcta de recibir la vacunación contra el coronavirus y la gripe:

La vacuna contra el COVID-19 se aplica con dos semanas de separación de otras vacunas, antes o después. Pero siempre es mejor priorizar la del coronavirus.

Si la persona recibió la primera dosis de la vacuna contra el COVID-19, tiene que esperar dos semanas para aplicarse otra vacuna.

Si la persona ya recibió las dos dosis de vacuna de COVID-19, dos semanas después se puede volver a vacunar para lo que sea.

Recordar que los mayores de 65 años y las personas con comorbilidades (VIH, obesidad, etcétera), además de la vacuna de la gripe (se da hasta el final del invierno), tienen que tener la de pneumonía 13 y pneumonía 23 serotipos, dos vacunas complementarias.

La pneumonía 13 se da una sola vez en la vida y se puede recibir con la de la gripe.

La pneumonía 23 se da 8 semanas después de haber recibido la 13, y a los 5 años se aplica la segunda dosis.

Los que esperan la segunda dosis

La duda puede presentarse en aquellos pacientes que ya se dieron la primera dosis contra el coronavirus y están esperando a ser llamados para la segunda. Lo que los profesionales recomiendan es darse la vacuna contra la gripe al menos 15 días después. En el caso de ser llamados para la segunda dosis de la vacuna contra el COVID-19 antes de las dos semanas después de dado el antídoto contra la gripe, hay que pedir la postergación de la citación.

Esta posibilidad cobró mayor vigencia con la disposición del gobierno de la provincia de Buenos Aires, que actualizó su metodología para los turnos vencidos. Antes, las personas tenían 72 horas para acercarse a los centros vacunatorios y reclamar su dosis contra el coronavirus. Pero ahora, todos los mayores de 60 años, con turno vencido y sin importar la fecha, podrán acercarse al lugar asignado para recibir la inoculación, según le confirmaron desde el gobierno provincial a TN.com.ar. Las personas deberán acudir al establecimiento con una captura de pantalla que acredite el turno asignado.

La importancia de la vacunación

En 1796, el médico inglés Edward Jenner desarrolló la primera vacuna de la historia para resguardar a la población de Europa de la viruela –una enfermedad mortal– y, desde entonces, se crearon múltiples inoculaciones que se utilizan para enfrentar distintos tipos de patógenos (organismos que causan enfermedades).

Fuente: Tn

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