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Malvinas, la causa que unifica a los Argentinos y persiste en el tiempo

En el 2033 – dentro de 12 años- se van a cumplir 2 siglos de la usurpación británicas de las Islas Malvinas. En aquella época, Gran Bretaña derrocó militarmente al gobierno de las Provincias Unidas del Río de la Plata que había sido conformado mediante la creación de la Comandancia Política y Militar de las Malvinas con el nombramiento de Luis Vernet como primer gobernador el 10 de junio de 1829. Allí había una presencia argentina efectiva que llevaba adelante los consecuentes controles de todo tipo de injerencia externa en la zona.

Aunque el paso del tiempo, (sin una solución concreta para el interés nacional) nos genere desazón, también se lo puede interpretar como un motivo de fortaleza. Justamente, la comunidad internacional reconoce la perseverancia argentina en la continuidad de reclamos por todo tipo de gobiernos y la convicción de que la temática mantiene en la ciudadanía argentina, como se puede verificar en las calles, barrios, estadios, edificios, espacios públicos, remeras y en cada vez más adhesivos en los vehículos. La Causa de Malvinas tiene un gran magnetismo social.

A lo largo de estos casi 2 siglos, Argentina mantuvo su postura firme en los foros internacionales y el logro más destacado fue la Resolución 2065 de las Naciones Unidas del 16 de diciembre de 1965 que reconoció la existencia de la disputa de soberanía entre Argentina y Gran Bretaña por la cuestión de las Islas Malvinas e instó a las 2 partes a encontrar un solución pacífica a través de las negociaciones teniendo en cuenta los intereses de los isleños.

Esta Resolución no fue ‘letra muerta’ porque en el lapso 1968-1980 existieron situaciones muy interesantes como fue el ‘Acuerdo de Comunicaciones’ de 1971 que permitió –entre varios aspectos- que YPF y Gas del Estado se instalen en Malvinas, que maestras argentinas enseñen el idioma castellano a los jóvenes malvinenses y que existan vuelos directos entre el continente (específicamente, desde Comodoro Rivadavia) a las Islas Malvinas operados por LADE sin la necesidad de pasaportes y con el sólo empleo de las ‘tarjetas blancas’ de libre circulación recíproca.

Gran Bretaña aceptó negociar la soberanía de las Malvinas en 3 oportunidades

En 1968, 1974 y 1980 Gran Bretaña aceptó negociaciones con Argentina con la cuestión de fondo de la soberanía en agenda con las fórmulas del condominio y el retroarriendo (tomando el caso Hong Kong con China como precedente). En esos esquemas, la oposición de los isleños y el lobby económico y mediático en Londres frustraron los avances. Cuando Argentina menciona a la ‘reanudación de las negociaciones’, se refiere a este período cuyas consecuencias todavía se recuerdan y aún gravitan. O sea que si se negoció la soberanía (incluso con gobiernos militares argentinos en 1968 y 1980) y existió una vinculación estrecha entre las Islas y el continente, se puede volver a hacer en el mundo del S.XXI al que también la pandemia del Covid redefinió desde sus cimientos. El límite a este camino razonable y civilizado del diálogo entre las naciones para poner fin a las controversias lo obstaculiza la intransigencia, el aislamiento y la militarización británica.

La comunidad internacional reconoció –históricamente- el esfuerzo argentino y en los distintos pronunciamientos se reconoce esta actitud perdurable en el tiempo para encontrar una solución definitiva a la Cuestión Malvinas.

El futuro económico está en el Atlántico Sur y la Antártida

A lo largo de muchos años, los isleños detentan las licencias de pesca en la zona de Malvinas a través de los cuales habilitan a buques de distintas nacionalidades para continuar con la depredación descontrolada de los recursos ictícolas de la zona. La riqueza de la Pesca en la región obedece al comienzo de la cadena de alimentación del fitoplancton marino que la convierte en una ‘cantera’ que parece inagotable.

Por otro lado –en esas vastas áreas- está el ‘corredor’ del Océano Atlántico y el océano Pacífico. Pocas veces, tomamos conocimiento que el ‘espacio’ también es un recurso estratégico en el mundo moderno vinculado –especialmente- para el comercio internacional pero también para la Defensa. Por su parte, la Antártida es una de las reservas de agua potable más grande del mundo y además es un reservorio de minerales fundamentales –en especial- para la industria farmacéutica. Hay que tener presente que Argentina tiene presencia efectiva en la Antártida desde 1904 y –hasta el día de hoy- hay bases activas con un intenso desarrollo científico pero también en otros planos.

Otro de los recursos fundamentales es el petróleo por la continuidad geológica incluso con la cuenca Senguer-San Jorge de nuestra zona. Los británicos anuncian nuevas etapas pero la situación oscila entre los avances con las especulaciones para que crezcan las acciones de las empresas en las bolsas de comercio internacionales. La acción más audaz del Gobierno argentino fue aplicar sanciones penales, legales y económicas para todas las empresas que colaboren con la exploración y explotación petrolera. Incluso, se evaluó convocar a ‘declaración indagatoria’ a Río Grande (Tierra del Fuego) a los principales empresarios y gerentes vinculados en estas maniobras.

Educación: Cuando el tema Malvinas ingresa al aula, los chicos se encienden

En los distintos niveles del sistema educativo, se declama mucho con la transversalidad, el razonamiento simultáneo y la comparación de variables que se puedan verificar en la realidad concreta. También, con la motivación de los estudiantes. Precisamente, la Cuestión Malvinas incluye todo el espesor de la vida académica. Se lo puede enfocar desde las Ciencias Sociales y el Derecho, las Ciencias Naturales (por los recursos de la zona) y las Ciencias Exactas por la magnitud de la pérdida económica que sufre nuestro país por la usurpación británica.

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