Ya con muchos meses de anticipación a la creación del G.A.T, recibíamos la información de que Massoni estaba ideando con sus obsecuentes la creación de un grupo que solo le responda a él. Una unidad táctica que sería usada para acomodar personal policial afín y que se encargaría de cometer atrocidades en las calles con ciudadanos que nada tendrían que ver con el delito.
Efectuarían diligencias completamente inconstitucionales, presuntamente para colaborar con el “ocupado” ministro de Seguridad ante la eventualidad de que éste se encuentre concentrado en su campaña política.
Ese grupo se encargaría de hacer “ruido” para impresionar al sector “idiota” de los chubutenses, vendiéndoles una imagen de “control y dominio” de la “delincuencia” en las ciudades para que vayan contentos a votar a Massoni. Como pasaban los días y no sucedía nada, lo creímos simplemente un rumor.
El pasado martes, por orden del ministro de Seguridad y al parecer del segundo jefe de Policía, se creó el «Grupo antinarcótico territorial». Su función sería no solo la de remover personal de, la ya creada hace más de 15 años, «División Drogas Peligrosas y Leyes Especiales», si no también tendría el fin de actuar de forma ilegal, como sería costumbre de Massoni y del subjefe Néstor “el tero” Gómez Ocampo.
Para toda la policía, sorprendentemente no habría fondos para indumentaria, para repuestos de móviles y demás herramientas indispensables para las funciones de la institución. Tampoco habría dinero para pagar los aumentos atrasados al personal policial. Pero sin embargo, a este nuevo grupo, de la noche a la mañana, se les proporcionó desde indumentaria hasta herramientas que serían de un costo elevadísimo. ¿Por qué será?
La finalidad real de la creación de esta unidad sería: la de poder ingresar a los boliches, “pubs” y barrios a realizar detenciones, requisas de personas y allanamientos ilegales, revisar mochilas, meterse a los vehículos, etc. Según nos cuentan, pisotearían el trabajo realizado durante muchos años por la División: “Drogas Peligrosas”.
¿Qué sucedería si todo esto fuera a pasar? Se caerían centenares de investigaciones en curso sobre narcotráfico comenzadas hace mucho tiempo por “Drogas Peligrosas”. No nos olvidemos que basta un procedimiento ilegal para provocar completamente la nulidad de una causa judicial. Esto daría como resultado que aquellos imputados o acusados con sobradas pruebas en su contra por delitos relacionados con el tráfico de drogas, queden libres. Le serviría entonces a Massoni como discurso para convencer al ignorante de que “los detenidos quedan libres por culpa de los jueces”, cuando sería así justamente porque sus unidades especiales procederían de forma ilegal.