El resultado va a establecer un nuevo reparto de piezas en el tablero político. No sólo definirá el quórum en el Senado, sino que marcará qué figuras quedarán en carrera en el futuro inmediato. Un dato a chequear: si realmente aumenta la asistencia a las urnas respecto a lo que ocurrió dos meses atrás.
Se terminó el tiempo de los candidatos, con sus discursos, sus cruces verbales, sus marchas y fotos de recorridas. Ahora llegó el momento de los ciudadanos, que tienen en sus manos el poder más importante: el del voto. Esta noche, cuando comiencen a llegar los datos desde cada una de las mesas, podremos comenzar a avizorar cómo queda planteado el nuevo mapa político de Chubut para los próximos dos años, cuando habrá elecciones provinciales y municipales, y se renovarán todos los cargos ejecutivos y legislativos.
Serán los chubutenses los que hoy decidirán, por un lado, qué boleta ubica dos senadores, si el oficialismo nacional o la oposición, en cualquiera de sus formas. Ese dato ya es central, porque puede inclinar la balanza a favor o en contra del quórum automático en la Cámara Alta, y cambiar la relación de fuerzas dentro del Senado que conduce Cristina Kirchner.
Pero el vecino con su voto, además de decidir quiénes son los que llegan al Congreso, también va a comenzar a marcar un camino a los protagonistas de la política local, que tienen aspiraciones para los próximos años. En realidad, este poder el votante ya comenzó a ejercerlo en las PASO, donde varias figuras quedaron el camino fuera de competencia. Y ahora la elección final, terminará de posicionar a los que resulten favorecidos con el voto.
No es cuestión aquí de hacer pronósticos, ni de anticiparnos a lo que va a suceder. No es lo indicado y tampoco es prudente. Sí, en todo caso, decir lo que está en juego, para luego analizar los números definitivos, y hacer el balance correspondiente. Es nuestra obligación decir que acá no solamente se está votando a legisladores, porque con el resultado, se estará comenzando a perfilar un escenario para 2023, algo que también dijimos en la previa de las PASO.
Lo primero a estar atentos este domingo, es en la concurrencia de la gente a las urnas. En las primarias habíamos anticipado en la previa que notábamos apatía, desinterés, falta de entusiasmo. Y se verificó en el número final de votantes, el más bajo del que se tenga registro, al menos desde 1983. Apenas un 67 % fue a votar, producto de las dudas que generó el contexto de pandemia, pero especialmente por el poco interés que despertó la campaña electoral, con temas alejados de la agenda cotidiana y falta de propuestas concretas.
Dos meses después, la expectativa de todos, tanto candidatos como organizadores, es que se sumará más gente a expresar su voto, quizás llegando a los niveles históricos que no suelen bajar del 75 %. Ojalá esto se cumpla, y vuelva a ser una fiesta de la democracia, con la ciudadanía aprovechando la oportunidad que tiene cada dos años de marcarle la cancha a sus representantes.
CONTEXTO PREVIO
Si vale la analogía, podríamos decir que está por comenzar el segundo tiempo de un partido de fútbol. El resultado de la primera mitad fue claro, y marca que hay un equipo que se fue al vestuario como ganador, pero aún no hay nada definido hasta que el árbitro termina los 90 minutos. O en este caso, hasta que se cuentan los votos.