La variante Ómicron de coronavirus fue detectada en Argentina en muestras a partir de la semana del 13 diciembre en algunas jurisdicciones y siete días después representaba ya el 50% de las cepas analizadas, según un nuevo informe del Proyecto Argentino Interinstitucional de Genómica de SARS-CoV-2 (PAIS) que demuestra que el abrupto crecimiento de casos en el país se da en «consonancia» con lo que sucedió en todo el mundo a partir de la introducción de esta variante. «El informe demuestra que la expansión de Ómicron fue abrupta, concentrada en las dos ó tres últimas semanas del año en las cuales se ve su irrupción, desplazamiento y rápido aumento de frecuencia en consonancia con un cambio de tendencia importante a nivel federal en la situación epidemiológica», indicó el virólogo Humberto Debat, integrante del Proyecto País.
Crecimiento
El trabajo estudió las variantes circulantes del virus SARS-CoV-2 en el período comprendido entre el primero de octubre de 2021 y el 31 de diciembre: se analizaron 1.534 muestras de las cuales 1.082 fueron seleccionadas al azar y corresponden a individuos sin antecedente de viaje al exterior o contacto estrecho con viajero.
Las 452 muestras restantes correspondieron a casos especiales (nexo con viajero y confirmación de casos detectados por la técnica de PCR específica para variantes o estudios especiales).
«A medida que se va federalizando la circulación, la curva epidemiológica del país se va convirtiendo en típicamente de Ómicron, es decir, que los casos crecen de manera abrupta en forma análoga a la que vemos en numerosos países donde esta variante impulsa las infecciones», detalló Debat.
Variante de preocupación
La variante Ómicron se reportó por primera vez el 25 de noviembre pasado en una conferencia de prensa en Sudáfrica: se habían secuenciado más de una decena de genomas en los que se habían observado más de 50 mutaciones, 33 de ellas en la proteína Spike (la que utiliza el virus para ingresar a las células). Un día después, el Grupo Técnico Asesor sobre la Evolución del Virus del SRAS-CoV-2 (TAG-VE) la bautizó como Ómicron y la declaró como «variante de preocupación» por la cantidad de mutaciones pero también por el abrupto incremento de casos que se había producido en ese país.