Así lo confirmó la jefa comunal de esa localidad, Nilda Tolosa.
La dirigente aseguró que hace dos meses ven correr el río con un alto nivel de turbiedad, lo que hace imposible el trabajo de potabilización.
Logran hacerlo en parte tras una improvisada excavación que se hizo al lado del cauce para que decante algo, pero alcanzan a cargar la cisterna cada dos días y todo se consume en un rato.