A través de un informe de peritos la Justicia constató que el propietario del campo en Punta Lara, a pocos kilómetros de la reserva de Tombo, arrasó con 2050 m2 donde había más de 170 nidos de pingüinos.
El 26 de noviembre, en plena etapa reproductiva de los pingüinos de Magallanes, en la zona de Punta Lara, al norte de Punta Tombo donde está la otra mitad de los ejemplares. Es parte de toda el área reconocida como Patagonia Azul.
Según pudo definir el informe judicial, el daño sucedió en 2050 m2 donde se hicieron caminos, se colocaron alambrados, se acumuló tierra con flora y presuntamente fauna. A medida que avanzaron en el trayecto habrían arrasado con nidos y fueron los ministerios de Ambiente, Turismo y Producción, quienes accionaron judicialmente contra el propietario del campo.
«Se habrían afectado unos 175 nidos», afirmó Pablo García Borboroglu, fundador del grupo especialista de pingüinos dentro de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) e investigador del Conicet.
Según el especialista, fueron «cuatro áreas» en las que se afectó el entorno natural y recalcó que más allá de ser el propietario del campo «no sos el dueño de la fauna».
«Es un área de importancia para la conservación de aves a nivel mundial» y cuando se acercaron al lugar se percataron que «hubo un colapso de nidos al borde del camino y habían pichones muertos tapados por tierra».
Borboroglu planteó se deberá analizar «si será necesaria alguna legislación para proteger al entorno pero la ley federal de fauna especifica que la destrucción de fauna de nidos es un delito».
En torno al alambrado que se colocó para el ganado, el investigador recalco que «no permite pasar a los pingüinos. No son los que se colocaron en Tombo».
Compartimos la entrevista que realizó Rodrigo Mansilla con el especialista en CHPlay.