Según adelantaron, “no vamos a traer a nuestros hijos a un lugar donde no sabemos si están seguros”. El director argumentó que “no quiero a los chicos sin clases, pero tampoco quiero chicos muertos”, al recordar el episodio vivido en junio en El Maitén.
En la puerta de la escuela 727, mientras colocaba la correspondiente faja de clausura, una madre puntualizó hoy que “el director nos explicó todas las acciones que realizó ante el Ministerio de Educación y como padres hemos decidido que vamos a comenzar las clases con chicos en las aulas en tanto y en cuanto vengan los responsables a decirnos que todas las obras se hicieron. Mientras tanto, la escuela va a estar ‘clausurada’ porque no vamos a traer a nuestros hijos a un lugar donde no sabemos si están seguros”.
Sumó que “el principio de confianza fue violado por la empresa que, en primera instancia, dijo que estaba todo realizado y no es así, ya que tuvieron que volver a hacer los trabajos. Tampoco vamos a aceptar las clases de contingencia, como habían sugerido al director. Solo vamos a aceptar que venga un responsable de Obras Públicas a firmar ante nosotros que todo está como corresponde, porque no podemos morirnos dentro de una escuela”, insistió.
Previamente, el director del colegio, Pedro Oscar Pinello, recordó lo ocurrido en la localidad de El Maitén, donde “72 personas quedaron internadas”, al tiempo que se preguntó si “no aprendieron nada”. “No quiero a los chicos sin clases, pero tampoco quiero chicos muertos”, subrayó.
Acerca de las falencias detectadas en el edificio, advirtió que “hasta que no se solucione el problema de los calefactores -que en algunos casos tienen más de 25 años de uso-, no se dictarán clases, tanto por la seguridad de los alumnos como del personal de la institución”.
En detalle, describió que “esperábamos que vengan a hacer el mantenimiento durante el receso escolar, pero nunca llegaron. Hace más de un mes que venimos reclamando mediante notas”.
No obstante, el viernes pasado se hizo presente una empresa: “Venimos a arreglarte todos los calefactores, a dejar todo funcionando a full”, le dijeron. Aunque “lo único que hicieron fue cambiar las carcasas para que se vean bien, sin reemplazar los componentes dañados”, aseguró.
Ante esta situación, el director decidió posponer el inicio de clases con el argumento de que “es una falta de respeto lo que han hecho, el contratista cobra por su trabajo, así que lo mínimo es pedir que lo haga bien”.