Una comisión de investigación de la ONU sobre Ucrania afirmó hoy que «se cometieron crímenes de guerra» en el país desde la invasión rusa de febrero pasado, durante una primera presentación del grupo de expertos que enumera bombardeos en zonas civiles, numerosas ejecuciones, tortura y malos tratos, y violencia sexual.
«Quedamos impactados por el gran número de ejecuciones en las regiones que visitamos. La Comisión investiga actualmente esas muertes en 16 ciudades y lugares. Recibimos acusaciones creíbles concernientes a más numerosos casos de ejecuciones, que estamos documentando», declaró el presidente de ese cuerpo, Erik Mose, durante una primera presentación, citado por la agencia de noticias AFP.
Estas acusaciones directas -poco comunes en la habitual prudencia de la ONU- recibieron el elogio de muchos diplomáticos aliados de Ucrania.
En una intervención por video, el representante de Ucrania, Anton Korinevich, calificó la presentación de los investigadores de «base importante» hacia el establecimiento de responsabilidades ante la Justicia, y recordó que su país reclama la creación de un tribunal especial para juzgar los crímenes rusos en Ucrania.
«Su presentación lleva a la reflexión sobre el alcance y la amplitud de esas atrocidades y su impacto duradero en la vida de decenas o cientos de miles de civiles inocentes, incluyendo niños», afirmó por su parte el embajador británico Simon Manley.
Mose denunció asimismo la utilización por parte de Rusia de «armas explosivas con un largo radio de impacto», sobre zonas civiles.
Los testigos brindaron relatos coincidentes de malos tratos y torturas, que fueron perpetrados durante su detención ilegal.
Algunas de las víctimas indicaron que, tras una primera detención por parte de las fuerzas rusas en Ucrania, fueron trasladadas a Rusia y detenidas durante semanas en prisiones.
«Los interlocutores describieron palizas, descargas eléctricas y desnudos forzados, al igual que otros tipos de violaciones en esos lugares de detención», subrayó Mose, quien señaló que algunas víctimas trasladadas a Rusia habrían desaparecido.
La edad de las víctimas de violencias sexuales, subrayó la comisión, iba de cuatro a 82 años. Los investigadores de la ONU también recibieron información de casos de violencias sexuales. En algunos casos, familiares o allegados fueron obligados a presenciar esos crímenes.
El equipo de la ONU fue designado en mayo con el objetivo específico de investigar las violaciones de los derechos humanos cometidas por las tropas rusas en las región de Kiev, Chernigov, Jarkov y Sumy.
Dos meses antes, la comisión había sido lanzada por el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas para investigar las frecuentes denuncias de las partes en conflicto.
Durante sus investigaciones en esas cuatro regiones, la comisión visito 27 ciudades y localidades e interrogó a más de 150 víctimas y testigos, explicó Erik Mose.
Los cuerpos hallados tienen como características comunes señales visibles de ejecuciones, como las manos atadas por la espalda, heridas de bala en la cabeza o cortes en el cuello.
Rusia desmintió las acusaciones sobre violaciones a los derechos humanos y crímenes de guerra, aseguró que las mismas forman parte de la campaña de las potencias occidentales y aseguró que éstas siguen «el mismo guión que Bucha», aludiendo a la denuncia de asesinato masivo de cientos de civiles en la ciudad homónima a fines de marzo, que el Kremlin también calificó de «farsa».
El Kremlin sostiene que los crímenes de guerra viene de la contraparte ucraniana, y las vincula al «batallón de Azov» un grupo de ultraderecha que integra el panorama político y militar de Ucrania hace una década y que moscú tilda de «nazis»
En abril, el jefe del Comité de Instrucción de Rusia, Alexander Bastrikin, anunció que Moscú acusó a 92 miembros de las fuerzas armadas ucranianas de crímenes contra la humanidad, e inició otras 1.300 investigaciones por crímenes contra la población civil en el Donbass, la región industrial en el este de Ucrania que es actualmente el principal teatro de operaciones de la guerra.