Chubut

¿Quién dio la orden de matar a “Tino” John?

Ese debería ser uno de los puntos más importantes a ser aclarado en la investigación por el homicidio del productor de la comarca andina chubutense, asesinado en mayo del año pasado por un policía del GEOP; pero parece que el fiscal del caso no quiere averiguarlo. Tal vez, el cuestionado Carlos Díaz Meyer está protegiendo a alguien y pretende endilgarle toda la responsabilidad del crimen a Luis Américo Moggiano, el que le disparó a Alejandro “Tino” John, de quien ya dijo que no tenía “pruebas de que haya actuado bajo órdenes de un superior”.

Parece mentira que un funcionario de la talla de un fiscal sostenga eso: de que Moggiano siendo sargento se mandaba solo y que aquel 27 de mayo le apuntó a John y lo asesinó de un tiro en la cabeza porque se le ocurrió.

Díaz Meyer ignora por lo visto que existe un “protocolo de actuación” en casos como el de “Tino” John que se puso en vigencia en la policía del Chubut, según aseguran los que conocen del tema, después de la toma de rehenes que hubo en una financiera de Trelew en 2003 y que hasta se dieron charlas instructivas sobre el mismo, de las que participó activamente el comisario Miguel Ramón Gómez, quien era jefe de Policía al momento en que mataron a John.

En esa capacitación, uno de los conceptos que se subrayaban era, por ejemplo: “Hacer hincapié en la importancia de la NEGOCIACIÓN como herramienta disuasiva y que la misma siempre es posible, aún en las peores situaciones”. Y hay que aclarar que en esos cursos de formación que recibían los policías se hablaba de “toma de rehenes”, de un hecho en el que delincuentes armados tenían a victimas cautivas poniendo en riesgo sus vidas. Totalmente distinto a lo que fue el caso de “Tino” John en donde era él solo, arrinconado en un altillo de su casa por una veintena de policías del GEOP con armamento de guerra y supuestamente muy bien entrenados.

 Hay que recordar que la policía del Chubut en ese entonces estaba gobernada por una manga de sinvergüenzas que la dejaron en ruinas, dicho por propios integrantes de la fuerza; y que ineludiblemente esos sinvergüenzas tienen “responsabilidad funcional” en el asesinato por posible “gatillo fácil” de “Las Golondrinas”.

Los hermanos Miguel y Paulino Gómez o el amigo de narcotraficantes “El Tero” Néstor Gómez Ocampo–quien increíblemente llegó a ser subjefe de la institución— deberían ser investigados en la misma causa que le abrirán al policía que mató a John. Algunos de ellos, incluso, usando los medios que les eran afines, se encargaron de demonizar a la víctima haciéndola culpable de su propia muerte.

Otro que debería ser involucrado en el proceso judicial es Federico Massoni, el ministro de Seguridad que tenía Chubut en ese momento y que sin haber estado en el lugar y no habiendo realizado una investigación de lo sucedido aseguró incluso ante los diputados provinciales que el GEOP había actuado bien.

Así las cosas, hoy varias organizaciones de Derechos Humanos de la región y el país creen que “hubo violencia institucional” y una “grave violación a los Derechos Humanos” en el homicidio de Alejandro “Tino” John y se profundiza la desconfianza sobre fiscal Díaz Meyer que increíblemente tardó un año para pedir la apertura de la investigación contra el policía que mató a John.

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