Los balances del Instituto de Seguridad Social y Seguros (ISSyS) muestran cómo en los últimos años el sistema previsional y jubilatorio de Chubut ingreso en una crisis deficitaria, como producto de los regímenes especiales que generan que las erogaciones sean mayores que los ingresos. Pero además se profundizó como consecuencia de la deuda histórica que el Gobierno provincial mantiene con la caja jubilatoria, a lo que se sumaron las jubilaciones anticipadas y los ajustes en los salarios de los trabajadores activos que impulsó la gestión de Mariano Arcioni.
El último balance publicado por el ISSyS corresponde al año 2022 y mostró que en el 2021 el déficit del organismo llegó a los 4.403 millones de pesos, ya que los ingresos previsionales fueron de 29.473 millones (con 59.163 aportantes) y las erogaciones ascendieron a los 33.876 millones (con 18.934 beneficiarios).
Ese desfasaje entre los aportes y las jubilaciones y pensiones provinciales podría ser superavitario si el Gobierno provincial cancelara la deuda que mantiene con el organismo y que ascendía a los 4.498 millones de pesos.
Pero el balance además contempla una actualización de la deuda histórica que se mantiene con el ISSyS y que, según el cálculo efectuado por los auditores contables -en base a el Índice de Precios al Consumidor y el 6% extra- llegaría a los 105.578 millones de pesos.
Es decir que, si el Gobierno provincial cancela la deuda sin actualización desaparecía el déficit del sistema previsional; pero además la paga en base a los cálculos actualizados el sistema pasaría a contar con un enorme saldo positivo que no tiene en la actualidad.
Las causas de la crisis previsional
En 2016 el sistema previsional de Chubut no tenía déficit, y ese fue el último año en que los ingresos previsionales fueron mayores a los ingresos. Los aportantes ingresaron 5.206 millones de pesos y las erogaciones para el pago de pensiones y jubilaciones ascendió a los 5.095 millones, arrojando un saldo positivo de 111 millones de pesos.
A partir del 2017 comenzó a forjarse el déficit de la caja de jubilaciones provincia y fue creciendo a ritmos meteóricos, pasando de 213 millones de pesos en ese año; para luego ascender a los 844 millones de pesos en el 2018; a los 1.901 millones en el 2019; 6.420 millones en el 2020 y ubicarse en los 4.403 millones de pesos en el 2021 que es el último dato disponible.
El abultado incremento del déficit que se dio en 2020 fue producto del brutal ajuste aplicado en plena pandemia sobre los salarios de los empleados públicos activos, situación que tuvo paralelismo con lo sucedido con el ajuste del 2018 cuando el déficit se multiplicó por diez en medio del tremendo ajuste aplicado sobre los salarios estatales.
Indudablemente que también influyó en el incremento del déficit la política de jubilaciones anticipadas y congelamiento de ingresos que el gobierno viene aplicando desde hace dos años y que termina incrementando la cantidad de jubilaciones sin que encuentren correlato en la cantidad de aportantes, lo que se traduce en un nuevo desequilibrio a partir de no incorporar personal a la planta permanente del Estado provincial.
Aunque todavía no se encuentra disponible el Balance oficial del ISSyS para 2022, ya que recién conocerá a mitad de año, es de esperar que el año pasado se haya producido un proceso desigual y combinado.
Por un lado, hay un sector de la administración pública que consiguió empatar sus salarios con la inflación, mientras que otros mayoritarios como los docentes y buena parte de los afiliados de ATE perdieron porcentajes significativos de poder adquisitivo frente a la suba de precios.
Cada vez que el salario real de los empleados públicos pierde frente a la inflación impacta de lleno no solamente en el poder adquisitivo de los trabajadores, sino que también afecta de manera directa a los ingresos previsionales y por ende, salvo que el ajuste se traslade en la misma proporción a las jubilaciones y pensiones, las erogaciones previsionales aumentan y generan aún más déficit en el sistema jubilatorio de la provincia.
Es por eso que en 2022 es muy posible que se haya incrementado el déficit producto del ajuste que arrastran los sueldos de docentes y auxiliares de la educación, pero que también afecta a otros sectores de los estatales.
Pérdida de las jubilaciones
La pérdida de poder adquisitivo no solamente se produce de manera directa en los sueldos de los activos, sino que también se traduce en el poder de compra de los jubilados y pensionados de la provincia.
Salvo en los años 2018 y 2019, la jubilación promedió viene perdiendo fuerte frente a la inflación; en especial en los dos primeros años de pandemia cuando se aplicó el ajuste salarial sobre los activos. En el 2020 las jubilaciones quedaron un 12% por debajo de la suba inflacionaria y en el 2021 perdieron el 38,5% ante la enorme suba de precios.
La deuda del gobierno
El Gobierno provincial mantiene una deuda histórica con el ISSyS se ha agrandado de manera notable en los últimos años. Tal como se mencionó anteriormente, la cancelación de esa deuda serviría para como mínimo eliminar el desequilibrio existente entre ingresos y egresos, pero al mismo tiempo podría generar un superávit enorme en función de su actualización por inflación.
Solamente entre 2017 y 2021 la deuda con el sistema previsional se incrementó en un 993% y es de esperar que el año pasado haya crecido aún más.