El terremoto ya dejó más de 35.000 muertos y decenas de miles de heridos y los rescatistas locales e internacionales – entre ellos un equipo de 28 brigadistas argentinos- siguen trabajando en la zona para buscar sobrevivientes, aunque las esperanzas cada vez son menores cuando ya pasaron ocho días de ocurrido.
«Somos testigos del peor desastre natural en la región Europa de la OMS en un siglo y aún estamos midiendo su amplitud», dijo Hans Kluge, director de la organización para la región (que abarca a 53 países, entre ellos Turquía y países de Asia Central), en una conferencia de prensa.
Por su parte, Unicef advirtió que más de siete millones de niños y niñas fueron afectados por el sismo ocurrido el 6 de febrero y expresó su temor de que hayan muerto «muchos miles» más, según reportó la agencia de noticias AFP.
«En Turquía, el número total de niños que viven en las diez provincias sacudidas por el terremoto asciende a 4,6 millones. En Siria, hay 2,5 millones de niños afectados», dijo James Elder, portavoz del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en una rueda de prensa en Ginebra.
«Unicef teme que varios miles de niños hayan muerto», dijo Elder, advirtiendo que «incluso sin cifras verificadas, está claro que los números seguirán creciendo».
Según Unicef, decenas de miles de familias que viven a la intemperie tras el sismo están expuestas al frío.
«Todos los días se informa de un número cada vez mayor de niños que sufren hipotermia e infecciones respiratorias», afirmó Elder y agregó que las familias duermen con sus hijos en la calle, centros comerciales, escuelas, mezquitas, estaciones de autobuses y bajo los puentes.
En Turquía, Unicef, en coordinación con el ministerio de la Familia y los servicios sociales, desplegó trabajadores sociales en los hospitales para ayudar a identificar a los niños separados de sus familias.
Paralelamente a estos esfuerzos, Unicef trabaja para proporcionar apoyo psicosocial a los niños afectados.
En la vecina Siria, dijo Elder, «cada niño menor de 12 años sólo ha vivido el conflicto, la violencia o el desplazamiento. Algunos niños han sido desplazados seis o siete veces», aseguró.
Una delegación de la ONU entró por primera vez desde el mortífero terremoto en las zonas rebeldes del noroeste de Siria para evaluar las necesidades de esa región duramente afectada, constató un corresponsal de la AFP.
La delegación ingresó por el puesto fronterizo con Turquía de Bab al Hawa, en momentos en que la lentitud de la llegada de la ayuda internacional es criticada por los socorristas y activistas locales.
La misión se reunió con responsables del lado sirio del puesto fronterizo, único punto por donde hasta ahora ingresa la ayuda a las regiones bajo control rebelde devastadas.
La Cancillería argentina informó anoche que Siria aceptó el ofrecimiento de la Agencia Argentina de Cooperación Internacional y Asistencia Humanitaria-Cascos Blancos (Aciah) para brindar asistencia humanitaria «como respuesta al desastre ocurrido en el noroeste de dicho país a causa del terremoto».
Fuente: Télam.