Enero había mostrado una recuperación de la producción petrolera chubutense que parecía cambiar la tendencia decreciente que se dio en casi todo 2022, pero las dos caídas consecutivas de febrero y marzo hicieron cerrar el trimestre con un preocupante estancamiento.
La ilusión de un 2023 prometedor para la producción de crudo Escalante en Chubut se mantuvo solamente durante el primer mes del año. Los casi 73 mil barriles en que había aumentado la extracción de petróleo se esfumaron frente a los 79 mil barriles que se retrocedió en los meses de febrero y marzo.
Los datos de la Secretaría de Energía de Nación mostraron que en enero la extracción de crudo en Chubut había estado 72.793 barriles por encima de la del mismo mes del 2022; pero en febrero se produjo un retroceso que marcó una merma de 23.066 y marzo ahondó aún más la caída perdiéndose 56.467 barriles de manera interanual.
El saldo del primer trimestre de este año fue de 6.740 barriles menos que en el mismo período del 2022 y el estancamiento con tendencia decreciente sigue mostrando los malos resultados de las operadoras en los yacimientos chubutenses, especialmente en tiempo de altos precios del crudo Escalante.
El 2022 había cerrado con 317 mil barriles menos de producción respecto de lo extraído en el 2021 luego de los sacudones generados por la pandemia.
El complejo panorama que ya lleva más de un año de desarrollo, con altas cotizaciones del crudo chubutense, se reinstala en este 2023 y confirma la tendencia de desplazamiento de prioridades e inversiones hacia la Cuenca Neuquina y Vaca Muerta.
Lo que fue un estancamiento en el primer trimestre podría convertirse en nuevas caídas pronunciadas en el ámbito extractivo, lo que no solamente impacta en la generación de puestos de trabajo sino también en los ingresos por regalías de la provincia.
La producción nacional petrolera del primer trimestre se incrementó en un 17% interanual, sumando 12,1 millones de barriles; de los cuales la totalidad fue incorporada por la Cuenca Neuquina a partir del impulso de los yacimientos no convencionales que aumentaron su producción en un 25% interanual.
La Cuenca del Golfo San Jorge tuvo un retroceso trimestral del 0,2% perdiendo 32.507 barriles de crudo, correspondiéndole 25.767 menos a Santa Cruz Norte y 6.740 a los yacimientos chubutenses.