Darío Pellejero y Matías López se retiraron del fútbol. Dejaron de ser jugadores para convertirse en leyendas de Germinal de Rawson.
Estos dos nombres ilustres del germinalismo han contribuido a engrandecer la historia del “Verde” capitalino. Tras una parva de títulos locales, los dos referentes fueron piezas clave del ascenso al Federal A y en la permanencia en dicha categoría este año.
Tuvieron una despedida acorde a la idolatría que generaron en el hincha, una despedida enmarcada en el partido ante Sol de Mayo, el último de la temporada del Federal A. Fue un momento de gran emotividad, donde las lagrimas tenían todo dado para brotar en abundancia.
“Siento agradecimiento, orgullo y mucha felicidad. Fueron casi once años vistiendo esta camiseta. La mayor parte de mi carrera la viví acá. Cada vez que me puse esta camiseta fui feliz, inclusive en los momentos más duros”, narró un emocionado Pellejero, de 41 años.
“El día domingo fue una montaña rusa de emociones; me levanté a las siete de la mañana, parecía que iba a jugar una final; fue increíble lo que sentía en la panza. No es poco el reconocimiento que tuvimos, se vio a la legua eso”, agregó.
En su última función, el capitán de la temporada ingresó a los 41 minutos del segundo tiempo. Los vivió como si se tratase de una final de la Copa del Mundo. “Esos cinco minutos que jugué quería disfrutarlos y estar concentrados para ver si me quedaba una o poner un granito de arena, lo disfruté mucho”, añadió.
Matías López, titular ayer, mantuvo el nivel emotivo. “La verdad, fue una fiesta tremenda lo del domingo, como nos tiene acostumbrados el hincha; fue impensado todo lo que se vivió hoy, es mucho más de lo que merecemos. No sé si hay recuerdo de algo así en la zona”, comentó el “Oreja”, de 40 años.
Que es Germinal
A largo de los años, en base a las victorias y también a los sinsabores, han construido un sentido de pertenencia colosal. Al referirse a ambos, es imposible no pensar en Germinal.
Tanto el uruguayo como el “Pulpo” son símbolos de Germinal. El reconocimiento de ayer lo deja bien en claro. Es atinado y prácticamente obligatorio pedirles que definan que es Germinal. Tienen autoridad para hacerlo.
“Germinal es todo, me dio todo, me hizo madurar; me dio un lugar muy importante vistiendo esa cinta, me hizo ser más profesional. Me valoró muchísimo”, indicó “Pelle”. “Cuando uno se siente querido valorado, pone el ancla ahí, siempre fue mi prioridad, un placer cada vez que me puse la camiseta”, describió.
El “Oreja” también hizo su aporte. “Germinal es para mí mucho, es todo; es donde mi hija me vio formarme como padre, donde mi familia me vio formarme como deportista; los últimos diez, doce de mi vida los pasé metido acá adentro; desde que levantaba hasta que me iba a dormir era Germinal”, comentó el “Pulpo”.
Agradecimientos
Los dos brindaron agradecimientos tras colgar los botines. “Doy gracias a mi familia, es la que está en los momentos más duros, a todo el mundo Germinal, a mis compañeros, a los dirigentes, a toda su gente que siempre nos acompañó”, resaltó Pellejero.
“Eso incluye a este chiquilinaje, a esta gurisada como decimos en Uruguay, a todos estos chicos que que andan alrededor mío pidiendo una foto o una firma. Eso te hace llenar el corazón”, describió el uruguayo.
López también dio sus agradecimientos. “Agradezco a mi familia a mis viejos, a mis suegros a mi hermana, a mis cuñados y en especial a mi señora y a mis hijos que me aguantaron esta locura que empezó como hace diez años y cada vez se hizo más grande. Y por supuesto, a Germinal”, concluyó.
“Nos dieron el ascenso, nos dieron alegría, lo que hicieron en el ´Verde´ no se olvida en la vida”, rugieron las tribunas el domingo. Darío Pellejero y Matías López, los claros destinatarios de un mensaje que ya es inmortal, tan inmortal como estas dos nuevas leyendas que entraron al Partenón de los dioses germinalistas.
El dato
La vida continuará para ambos fuera de las canchas. Darío Pellejero manifestó que es parte de un emprendimiento familiar en Puerto Madryn. Matías López, en tanto, aspira a continuar en Germinal, en otra función.