El fiscal Omar Rodríguez apuntó a un “empleado de Petrominera y puntero de un partido político” como el adjudicatario sospechado de las contrataciones realizadas para hacer las instalaciones de gas de la Escuela 7719 de El Maitén, donde el año pasado se intoxicaron 58 alumnos a raíz de una fuga.
En diálogo con Fuera de Hora por Cadena Tiempo, Rodríguez reveló que no es la única escuela en la que esta persona, el contratista, realizó trabajos de mantenimiento, sino que también hay una buena cantidad de establecimientos de la comarca que le fueron adjudicados con “el mismo modus operandi”.
Este jueves, a las 9 horas, es la audiencia de apertura de investigación de la causa que investiga las licitaciones realizadas para llevar adelante el mantenimiento de las instalaciones que fallaron y esto casi desata una catástrofe. Hay nueve personas implicadas con diversos grados de responsabilidad.
De estos, que serán acusados en las próximas horas, dos son particulares, otro par son exfuncionarios que se encuentran fuera del país, y cinco desempeñan cargos actualmente, apuntó el fiscal. Las licitaciones, de entre 12 y 15 obras, están en la órbita de las carteras de Educación e Infraestructura.
«Entongados»
Según Rodríguez, el mecanismo consistía en arreglar licitaciones con “entongados” y empresas a las que les informaban tarde y no podían presentarse, para que siempre el mismo beneficiario se quedara con los trabajos.
“Era una suerte de puntero de la militancia, se encargaba de buscar fiscales, organizaba reuniones. Es afiliado y militante activo en la zona cordillerana”, describió Rodríguez al sospechoso de siempre en las licitaciones. Estimó que habría facturado más de 20 millones de pesos, a valores de hace dos años.
“El proveedor era beneficiado con estas obras en complicidad con los funcionarios públicos. Había un claro direccionamiento en favor de este proveedor del estado. Es un empleado de una empresa, Petrominera, cobra un sueldo, y no solo lo contrataron de una escuela de El Maitén, sino que había un montón de escuelas donde había sido contratado”, puntualizó.
A su vez, Rodríguez contó que la falla que produjo la pérdida de gas habría sucedido por un trabajo mal terminado. “Se equivocó, él dice que era presionado por los docentes, hizo una conexión apresurada sin haber controlado, no estaba la instalación terminada, el monóxido salió al exterior, quedó cortó el tiraje y salió para adentro de la escuela”, relató.
Por último, el fiscal dejó entrever que hay un universo más amplio de escuelas con fallas que están bajo la lupa. “Todas tienen el común denominador que es un problema edilicio de consideración, sobre todo en cuestiones de gas, han retirado los medidores por desperfecto, pérdida de gas”, cerró.