Los hechos se produjeron en medio de la recurrente ola delictiva que no paró de crecer en la ciudad, tal como lo hemos dichos varias veces en este portal; paradójicamente, desde que “el desaparecido” Miguel Castro, se hizo cargo del Ministerio de Seguridad de Chubut.
Los robos más violentos que hubo en las últimas horas, indudablemente, fueron los asaltos domiciliarios que se registraron la noche del lunes en la zona sur de Trelew, en los que dos matrimonios, uno de ellos conformado por adultos mayores, resultaron sorprendidos dentro de sus casas por los delincuentes. Un dato sugestivo a tener en cuenta, en uno de estos hechos, aparecieron de nuevo ladrones vestidos con chalecos policiales y que hasta se presentaron como policías mostrando, incluso, “la placa” identificatoria a las víctimas.
Fue en el atraco que vivieron dramáticamente una pareja de abuelos, de 73 y 84 años, a los que se les introdujeron a la casa cinco delincuentes cuando estaban por irse a dormir, los ataron con alambres de pies y manos; les revisaron las distintas dependencias del domicilio buscando dinero y como no hallaron nada, uno de los malvivientes les dijo a los otros usando un equipo de comunicaciones manual que se habían “equivocado de objetivo” y se fueron.
El hecho sucedió en la calle Emilio Frey al 1000 justo cuando las autoridades de la comisaría Cuarta –con jurisdicción en el lugar—se encontraban en otro asalto, en el de un matrimonio del barrio “Las Margaritas 2”, a los que –entre otras cosas– les robaron la camioneta, que después apareció abandonada en un sector periférico de la zona norte.
Los abuelos, aparentemente, habían terminado de cenar y se estaban por ir a descansar cuando escucharon la rotura de un vidrio y vieron a los asaltantes cuando ya los tenían encima. Según contaron después, eran al menos cinco individuos encapuchados que se comunicaban con equipos manuales de comunicaciones manual, del tipo “Handy”, similar al que usan en la policía.
Los delincuentes llegaron al domicilio buscando dólares y dinero de circulación nacional, de acuerdo a lo que contaron las víctimas, y como no hallaron nada en la verdadera requisa que les hicieron del domicilio les sacaron el teléfono celular para que no llamaran enseguida al 101 y se fueron.
Según lo que se dijo desde la propia policía, a los ancianos no les hicieron daño, no los lastimaron y entre este caso y el otro que sucedió casi de manera simultánea no habría ninguna vinculación. Pese a que “el modus operandi” de ambos fue prácticamente similar.
El asalto a la pareja que además de robarles joyas de oro y varios relojes de costosa adquisición les llevaron la camioneta, que después la abandonaron en un barrio de la zona norte de Trelew; ocurrió en el barrio Las Margaritas 2, un complejo que todavía no ha terminado de construirse y que queda en el extremo sudoeste de la ciudad.
Allí, un empleado de una firma automotriz y su mujer estaban cenando cuando fueron sorprendidos por tres maleantes encapuchados en el comedor de la casa y uno de ellos andaba armado con un pistolón con el que encañonaba a las víctimas mientras eran atados con precintos. Los cómplices exhibían “una uña y una maza” como dos armas impropias que usaron para intimidar.
Así terminaron llevándose once relojes caros y algunas alhajas de oro, además de la Ford Ranger doble cabina, de color gris, a la que la policía encontró momentos después en las inmediaciones de las calles avenida Colon y Nahuelpán del barrio Planta de Gas.
Según las autoridades, el vehiculo no presentaba daños y tampoco le faltaba algo. Al parecer lo utilizaron solo para escapar.
El asalto a mano armada sucedió en la calle Estanislao López al 2000 y fue violento porque al dueño del domicilio, de 54 años, le lastimaron la cabeza al darle un culatazo con la misma arma con el que lo apuntaron a él y a su esposa.
Le pegaron para que les dijera dónde tenía guardado el dinero que ellos decían que tenía guardado en algún lugar de la vivienda, hasta que la mujer les terminó indicando dónde podían encontrar los finalmente se llevaron, además de los celulares de la pareja –seguramente—para que no llamaran enseguida a la policía. Para que eso les diera tiempo de alejarse del lugar.
En este contexto, al día siguiente de los asaltos, a un policía retirado de Investigaciones de Chile, que anda con su familia de vacaciones por la zona, le robaron dinero, pertenencias y documentación del Motorhome cuando lo dejaron cinco minutos solo al momento en que bajaron a distenderse en la plaza Centenario, cerca de la Terminal de Ómnibus de la ciudad.
El caso sucedió a comienzos de semana, fue durante la tarde, en avenida Lewis Jones y Sarmiento y del vehiculo los ladrones se llevaron, luego de romperle uno de los vidrios: una mochila que contenía 250.000 pesos, 900 dólares; dos celulares, una Notebook; dos tarjetas de débito de Chile y otras pertenencias.
En otro llamativo hecho, a una maestra le robaron cosas de su mochila cuando la dejó por unos instantes en el aula para ir a hablar con un directivo de la escuela.
El robo sucedió en un colegio de las Mil Viviendas y, lógicamente, la docente sospecha de alguno de sus alumnos, tal cual lo denunció en la policía al exponer que le habían sustraído: “una tarjeta de débito del Banco del Chubut a la que ya habría dado de baja junto a las tarjetas de crédito “365”, de “Cencosud” y de “Mercado Pago” que también le llevaron, además de dos pastilleros.