Olga Narambuena, una empleada de larga trayectoria en el Correo Argentino en Trelew, fue recientemente despedida. Con 18 años de servicio, Narambuena, de 46 años, era hasta la fecha la única empleada femenina en la sucursal de Trelew y desempeñaba roles cruciales como ejecutiva de Pymes y encargada de logística electoral.
Este despido afecta profundamente a su situación familiar, particularmente a su hija de 9 años, Bianca, quien padece de Síndrome de Down y cuyo sustento y tratamientos médicos dependían directamente del ingreso de su madre. El despido se produjo el 27 de abril, dejando a Bianca sin acceso a cinco terapias esenciales y a la asistencia requerida para su condición.
En una declaración a los medios, Narambuena expresó su consternación y sorpresa ante la decisión abrupta de su despido, el cual se manifestó inicialmente cuando sus credenciales de acceso laboral fueron desactivadas sin previo aviso. “Vino mi compañero con el telegrama, muy mal, traía el sobre que decía Correo Argentino y no necesité ni siquiera abrirlo, ya sabía de lo que se trataba”, relató Narambuena, evidenciando el impacto emocional del evento.
El contexto de su despido es aún más controversial dado que ocurrió en un período donde ya se habían producido despidos similares en otras sucursales del Correo Argentino, como en Trevelin y Corcovado, provocando reacciones adversas de la comunidad.
Esta serie de despidos plantea cuestiones críticas sobre las políticas laborales de la empresa y su impacto en comunidades locales y en la estabilidad económica de familias con miembros que requieren cuidados especiales.
Fuente: Jornada.