Las negociaciones del nuevo contrato se estancaron desde junio, cuando la ILA se retiró de las conversaciones citando como causa el uso de tecnología para ahorrar mano de obra en el puerto de Mobile, Alabama.
El estancamiento de las operadoras portuarias y el sindicato que representa a los trabajadores portuarios de las costas este y del golfo de Estados Unidos a raíz de sus diferencias en cuanto a los salarios y el uso de la automatización culminó el martes con el estallido de una huelga por la que decenas de miles de estibadores abandonaron sus labores después de la medianoche.
El contrato existente entre la organización sindical llamada Asociación Internacional de Estibadores (ILA, por su sigla en inglés) y la patronal de operadoras portuarias Alianza Marítima de Estados Unidos, aplicable a 45.000 trabajadores aproximadamente, concluyó el lunes.
En las horas previas al estallido de la huelga del martes hubo algunas señales de movimiento en las negociaciones del nuevo contrato a seis años. Pero las partes siguen sin llegar a un acuerdo satisfactorio en el tema del aumento salarial y el uso de equipo automatizado que, según los empleados sindicalizados, podría poner en riesgo sus trabajos.
“Estamos preparados para luchar el tiempo que sea necesario y mantener la huelga el periodo que se requiera para lograr los salarios y las protecciones contra la automatización que merecen los miembros de la ILA”, declaró el martes Harold J. Daggett, presidente del sindicato.
Una brecha en las propuestas de aumento salarial
De acuerdo con el contrato que expiró, a los estibadores con mayor antigüedad se les paga la tarifa máxima de 39 dólares por hora. Esta cantidad constituye un aumento del 11 por ciento con respecto al inicio de su contrato anterior de seis años. El problema es que, en ese mismo periodo, la inflación aumentó un 24 por ciento. Además, aunque los estibadores con antigüedad pueden ganar más de 200.000 dólares al año con tiempo extraordinario, afirman que tienen que trabajar muchas semanas para alcanzar esa cantidad.
La ILA proponía un aumento de 5 dólares por hora cada uno de los seis años del contrato nuevo; para los trabajadores con el salario máximo, ese incremento llegaría a 69 dólares por hora el último año del contrato, equivalente a un aumento total del 77 por ciento. No obstante, Daggett le comentó a CNBC el martes que el sindicato ahora propone un incremento de alrededor del 61,5 por ciento. Estas ofertas podrían seguir cambiando en el transcurso de las negociaciones.
La patronal indicó el lunes por la noche que la oferta más reciente era un aumento salarial de “casi un 50 por ciento” durante la vigencia del contrato, una cantidad más alta que la de su propuesta previa. Sin embargo, el sindicato rechazó la propuesta.
Hace poco, Daggett calificó los aumentos ofrecidos por la Alianza Marítima de “ofensivos”. Para explicar su calificativo, subraya los miles de millones de dólares que han ganado las principales empresas navieras en años recientes y sostiene que los trabajadores merecen una participación justa en esos ingresos. Las empresas de la patronal obtuvieron utilidades inesperadas durante 2021 y 2022 debido al alza en el comercio exterior impulsada por la pandemia.
Desacuerdo en cuanto al uso de la automatización
Otro tema conflictivo es el uso de la automatización en los puertos, que va desde la utilización de vehículos autónomos para trasladar contenedores en el muelle y grúas para apilar cajas sin gran intervención humana hasta “puertas automáticas” para procesar camiones. Las conversaciones entre la ILA y las operadoras portuarias se suspendieron en junio después de que el sindicato denunció haber descubierto en un puerto de Mobile una puerta que usaba tecnología para verificar camiones y dejarlos pasar sin intervención de los trabajadores portuarios.
Esto es lo que se sabe, hasta ahora, sobre las negociaciones.
Una brecha en las propuestas de aumento salarial
De acuerdo con el contrato que expiró, a los estibadores con mayor antigüedad se les paga la tarifa máxima de 39 dólares por hora. Esta cantidad constituye un aumento del 11 por ciento con respecto al inicio de su contrato anterior de seis años. El problema es que, en ese mismo periodo, la inflación aumentó un 24 por ciento. Además, aunque los estibadores con antigüedad pueden ganar más de 200.000 dólares al año con tiempo extraordinario, afirman que tienen que trabajar muchas semanas para alcanzar esa cantidad.
La ILA proponía un aumento de 5 dólares por hora cada uno de los seis años del contrato nuevo; para los trabajadores con el salario máximo, ese incremento llegaría a 69 dólares por hora el último año del contrato, equivalente a un aumento total del 77 por ciento. No obstante, Daggett le comentó a CNBC el martes que el sindicato ahora propone un incremento de alrededor del 61,5 por ciento. Estas ofertas podrían seguir cambiando en el transcurso de las negociaciones.
La patronal indicó el lunes por la noche que la oferta más reciente era un aumento salarial de “casi un 50 por ciento” durante la vigencia del contrato, una cantidad más alta que la de su propuesta previa. Sin embargo, el sindicato rechazó la propuesta.
Hace poco, Daggett calificó los aumentos ofrecidos por la Alianza Marítima de “ofensivos”. Para explicar su calificativo, subraya los miles de millones de dólares que han ganado las principales empresas navieras en años recientes y sostiene que los trabajadores merecen una participación justa en esos ingresos. Las empresas de la patronal obtuvieron utilidades inesperadas durante 2021 y 2022 debido al alza en el comercio exterior impulsada por la pandemia.
Desacuerdo en cuanto al uso de la automatización
Otro tema conflictivo es el uso de la automatización en los puertos, que va desde la utilización de vehículos autónomos para trasladar contenedores en el muelle y grúas para apilar cajas sin gran intervención humana hasta “puertas automáticas” para procesar camiones. Las conversaciones entre la ILA y las operadoras portuarias se suspendieron en junio después de que el sindicato denunció haber descubierto en un puerto de Mobile una puerta que usaba tecnología para verificar camiones y dejarlos pasar sin intervención de los trabajadores portuarios.
La ILA argumenta que el uso de la puerta en Mobile constituye una violación del contrato que recién expiró, puesto que solo permitía el uso de maquinaria “semiautomatizada”.
Las operadoras portuarias, que en general son subsidiarias de empresas globales de transporte, explican que la modernización es necesaria para garantizar el flujo eficiente de la carga. La Alianza Marítima indicó el lunes que su oferta más reciente propone conservar el texto del contrato anterior que permite la semiautomatización. En las primeras horas del martes, la ILA emitió un comunicado en el que señaló que la oferta no respondía a las demandas del sindicato “en salarios y protecciones contra la automatización”.
Señales de progreso en las negociaciones
El lunes por la noche, solo unas horas antes de que concluyera el contrato con el sindicato, la patronal informó que había intercambiado contraofertas en el tema de salarios con la ILA, el primer movimiento en las negociaciones en meses.
“Ambas partes han hecho concesiones respecto a su postura anterior”, indicó la Alianza Marítima en un comunicado de prensa. “Esperamos que esto nos permita reanudar las negociaciones del contrato colectivo de trabajo”.
Pero todavía parece que no se han resuelto los problemas clave, en particular en el tema de los salarios. Sin duda, las presiones para llegar a un acuerdo irán en aumento ahora que ya estalló la huelga.