La ciudad de Goma, en el este de la República Democrática del Congo (RDC). Se encuentra al borde de caer en manos de los rebeldes del M23.
Luego de que informaciones confirmaran que los insurgentes habían capturado el aeropuerto de la ciudad. Mientras los enfrentamientos continúan en distintas áreas de Goma, la ONU ha alertado sobre la grave situación humanitaria.
Con hospitales desbordados de heridos y cuerpos esparcidos por las calles. Según el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), más de 100 personas fueron ingresadas en su hospital en solo 24 horas. Un número que normalmente se recibe en un mes. Indicó R3cp
Los rebeldes del M23, una milicia liderada por Tutsi y acusada de contar con el apoyo de Ruanda, han intensificado su ofensiva en la región rica en minerales. Crucial para la fabricación de dispositivos electrónicos como teléfonos móviles.
Los informes de la ONU apuntan a que más de 1.200 soldados congoleños se han rendido, quedando confinados en una base de la ONU en el aeropuerto. Mientras los rebeldes avanzan rápidamente. El uso de artillería pesada, especialmente en áreas densamente pobladas, ha causado muchas bajas entre civiles. Con un aumento notable en las víctimas infantiles.
En la capital, Kinshasa, la violencia generada por la creciente indignación popular ha llevado a los manifestantes a atacar varias embajadas extranjeras. Incluidos los edificios de Francia, Kenia y Uganda, mientras se produjeron disturbios en las calles.
Además, el número de soldados de paz muertos ha aumentado, con 13 soldados sudafricanos confirmados como fallecidos. Mientras que Malawi y Uruguay también lamentan pérdidas en sus fuerzas de paz.
El presidente congoleño Félix Tshisekedi ha instado a la comunidad internacional a tomar medidas más enérgicas contra Ruanda. Acusada de intervenir directamente en el conflicto, lo que se sumó a los llamados de la Unión Africana (UA). Que solicitó al M23 que depusiera las armas y respetara la soberanía de la RDC. Durante una reunión reciente, la UA condenó la violencia del M23 y las «fuerzas negativas». Reafirmando la necesidad de defender la unidad e integridad territorial del país.
En cuanto a los esfuerzos diplomáticos, el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa habló con su homólogo ruandés, Paul Kagame. Para acordar un alto el fuego inmediato y la reanudación de las conversaciones de paz. Además, el secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, condenó los avances del M23 y abogó por la reactivación de las negociaciones entre la RDC y Ruanda.
En este contexto, un encuentro entre Tshisekedi y Kagame está programado para el miércoles, con el objetivo de alcanzar una solución pacífica al conflicto.