Peronismo Milei crujen trincheras de Cristina y Macri. Javier Milei avanza sin marcha atrás. Hace exactamente una semana, el país discutía el impacto de una marcha multitudinaria de la comunidad LGBTIQ+, y este domingo se cuentan los triunfos políticos que tuvo en el Congreso.
El presidente consiguió que en sesiones extraordinarias se diera media sanción en Diputados a la suspensión de las PASO, la ley de reiterancia y el juicio en ausencia, y que el Senado aceptara discutir en comisión la semana próxima la postergación de las primarias.
Son triunfos políticos conseguidos con el apoyo casi unánime de la oposición dialoguista, pero también con el aval del peronismo, la fuerza que mejor percibe los tiempos de fortaleza y debilidad de los oficialismos.
La votación en Diputados mostró al peronismo desorientado y fragmentado, con votos a favor, en contra y abstenciones. Más que Unión por la Patria, lo que define el presente del principal bloque opositor es la división por Cristina Kirchner.
La presidenta del PJ se mantuvo toda la semana con bajo perfil -más allá del tuit para defenderse de las acusaciones por la jubilación de privilegio- y fue testigo del impacto del fervor desregulador del gobierno libertario entre sus viejos aliados: hasta el santiagueño Gerardo Zamora o el formoseño Gildo Insfrán le dieron la espalda a la hora de la verdad en la Cámara baja.
No es el único síntoma de deterioro en el poder de conducción. No pudo bajar una posición en Diputados, como tampoco creen que podrá hacerlo en el Senado, donde solo podría garantizarse la lealtad de entre 14 a 18 legisladores, sobre un total de 34.
Era la Cámara alta el principal bastión desde donde podía resistir los avances de un gobierno con pretensiones de instaurar una nueva hegemonía. La otra “trinchera” es la provincia de Buenos Aires, donde la rebelión que encabeza su ex pupilo, el gobernador Axel Kicillof, viene creciendo y sumando simpatizantes, principalmente, intendentes del Conurbano.
Pero en la Casa Rosada no se engañan. Saben que el peronismo está cortejando a Milei con un proyecto que es “barato” en términos políticos para sus intereses. Es que a ninguno de los jefes del PJ les gustaba el compromiso de tener que votar sus candidatos en primarias.
De hecho, en cada cierre de listas debían lidiar con el riesgo de que La Cámpora armara en sus distritos una línea interna si no aceptaban incluir algún nombre. “No jugamos a fondo. Sabíamos que el proyecto iba a tener más apoyo del que se creía. En lo que sí estamos es en la discusión de los pliegos”, dijeron fuentes cercanas al “triángulo de hierro” de Javier y Karina Milei y el asesor Santiago Caputo.
“Con Macri está todo mal”, blanqueó uno de los dirigentes que cosen y descosen la política libertaria y resaltaron que en la semana pasó inadvertido un tuit filoso de Milei contra Darío Nieto, que más allá de su poco conocida gestión como diputado porteño, tiene el “mérito” de haber sido el secretario privado y de llevarle la agenda a Macri en sus tiempos de presidente.
La otra señal que cayó pésimo en la Casa Rosada fue la decisión del ex presidente de apoyar la lista para constituyentes que presentó el gobernador de Santa Fe, el radical Maximiliano Pullaro, quien viene proponiendo reflotar Juntos por el Cambio, sin los libertarios.
De hecho, la diputada Romina Diez -mano derecha de Karina Milei- inscribió la lista de La Libertad Avanza que va a competir contra el mandatario. Para más irritación de Casa Rosada, este medio pudo confirmar que antes de fin de mes habrá una visita y una foto de Macri con Pullaro.