Con ingredientes ligeros y un extra de proteínas, esta ensalada rusa te permite disfrutar de una opción saludable y nutritiva sin renunciar al sabor. Mirá el paso a paso de la receta.
La ensalada rusa es un plato que nunca falta en las mesas argentinas, pero ¿qué pasa si te decimos que podés disfrutarla de una manera más saludable y llena de proteínas? Con esta versión “fit”, vas a poder sentir todo el sabor de este infaltable acompañante sin preocuparte por las calorías, según publicó Crónica.
Es que en el último tiempo se volvió más fácil encontrar recetas y sugerencias para armar una dieta balanceada, así como también nuevas versiones de platos tradicionales. Ejemplo de esto son los panqueques de avena o el uso de la berenjena en diferentes preparaciones, que le dan un giro saludable a las comidas de siempre.
La ensalada rusa, aunque nació en Moscú, se convirtió en un clásico de la gastronomía argentina. En reuniones familiares, almuerzos con amigos o celebraciones como Navidad y Año Nuevo, es casi imposible que falte en la mesa.
Esta versión “fit” no solo se prepara más rápido, sino que también es más sencilla. Al incorporar ingredientes más saludables y evitar el uso de huevo crudo, se vuelve una opción mucho más nutritiva.
Ingredientes para preparar la ensalada rusa “fit”, rica en proteínas
- 2 huevos duros.
- 1 lata de atún en aceite de oliva.
- 1/2 cebolla o cebolleta.
- 10 aceitunas verdes o negras.
- 2 pimientos del piquillo.
- Sal y pimienta al gusto.
Ingredientes para la mayonesa de aquafaba:
- Líquido de la conserva de garbanzos (aquafaba).
- Jugo de limón o vinagre.
- Aceite del atún.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Sal al gusto.
Preparación paso a paso
Escurrir los garbanzos en un colador, reservando el líquido de la conserva (aquafaba) para la mayonesa. Luego, enjuagarlos con agua fría y escurrirlos bien.
Cortar bien finita la cebolla, las aceitunas en rodajas y los pimientos en tiras chiquitas. Pelar los huevos duros y picarlos en trozos medianos. Desmenuzar el atún y guardar su aceite.
En un vaso de batidora, poner el aquafaba, el jugo de limón, el aceite del atún y una pizca de sal. Batir a velocidad media y, sin dejar de batir, agregar el aceite de oliva en forma de hilo fino hasta que tome una textura espesa y cremosa. Guardar en la heladera hasta por cuatro días.
En un bol grande, aplastar un poquito los garbanzos con un tenedor para que absorban mejor la mayonesa. Ojo, no hace falta hacer un puré.
Incorporar la cebolla picada, las aceitunas, los pimientos, los huevos y el atún. Mezclar bien y salpimentar a gusto.
Incorporar la mayonesa de aquafaba de a poco, removiendo hasta lograr la cremosidad que te guste.
Dejar reposar la ensalada en la heladera durante 30 minutos para que los sabores se integren. Para decorar, podés ponerle aceitunas enteras o tiras de pimientos antes de servir. ¡Y listo! A disfrutar.
Beneficios nutricionales de la ensalada rusa “fit”
Con esta receta “fit” se logra eliminar las calorías de siempre, y no solo eso: también aumenta el aporte de proteínas y fibra. En lugar de la tradicional papa, los garbanzos se convierten en los protagonistas, dándole un toque más saciante y, lo más importante, controlando mejor el azúcar en sangre.
La receta también se aparta de las mayonesas comerciales cargadas de aceites refinados. Acá, la clave está en la mayonesa de aquafaba, el líquido de la conserva de garbanzos, que no solo le da cremosidad, sino que aporta más nutrientes. Junto al aceite de oliva virgen extra y el aceite del atún, la receta se convierte en una bomba de grasas saludables que cuidan el corazón.
El huevo cocido, gran protagonista de la ensalada rusa
El atún y los huevos cocidos suman proteínas de calidad y ácidos grasos omega-3, conocidos por su poder antiinflamatorio y por ser esenciales para el cerebro. Esta versión reemplaza la energía vacía de los carbohidratos de la papa por una mezcla equilibrada entre proteínas, carbohidratos complejos y grasas buenas.
Además, este plato está cargado de minerales y vitaminas que ayudan a fortalecer el cuerpo. Hierro, zinc y vitaminas del grupo B, cruciales para la regeneración muscular y el metabolismo, están presentes en cada bocado. Y ni hablar de la fibra, que además de mejorar la digestión, ayuda a cuidar la salud intestinal.