Robó camperas. Lucas Traslaviña, un hombre oriundo de Mendoza con antecedentes penales, fue condenado a un año de prisión efectiva por una serie de delitos que incluyeron daño, amenazas y violencia de género.
Su historia criminal comenzó con un robo en un local de ropa y terminó con un episodio violento contra su pareja en plena calle.
El robo: escapó con tres camperas
El 17 de septiembre de 2024, durante la noche, Traslaviña ingresó a un comercio y sustrajo tres camperas de pluma con sus respectivos sensores de seguridad aún colocados. Intentó escapar sin levantar sospechas, pero no llegó lejos.
Un efectivo policial que viajaba en un colectivo de la línea 61 notó algo extraño: un hombre con tres camperas nuevas, incluso con los dispositivos de alarma. Al interrogarlo, el ladrón no pudo justificar su procedencia y quedó retenido hasta la llegada de la policía.
Las cámaras de seguridad del local confirmaron la maniobra y Traslaviña fue detenida. Sin embargo, esta no sería la última vez que se enfrentaría a la Justicia.
De ladrón a violento: amenazó a su pareja con una botella rota
El 13 de febrero de 2025, en la intersección de Onelli y Mascardi, Traslaviña protagonizó un episodio aún más grave. Golpeó y amenazó de muerte a su pareja utilizando una botella cortada, ocasionándole lesiones leves.
Este nuevo hecho, sumado a su historial delictivo, complicó aún más su situación judicial.
Con un extenso prontuario, que incluía robos, hurtos y daños, la fiscalía ofreció un juicio abreviado a cambio de un año de prisión efectiva. La defensa no se opuso y aconsejó a Traslaviña que aceptara el trato, ya que en un juicio convencional podría haber recibido una pena más alta.
El acusado admitió su culpabilidad y el juez Gregor Joos homologó el acuerdo, enviándolo a prisión.
Traslaviña ya había sido condenada en enero de 2022 por robo simple, hurto en grado de tentativa y daño, pero volvió a delinquir.