Aguas termales. ¿No sabes qué hacer el próximo fin de semana largo? Este parque termal, con piletas rodeadas de naturaleza, ofrece una experiencia única de relax y promete una escapada inolvidable llena de confort.
Más allá de la región Mesopotamia, a lo largo del territorio de Argentina, hay más de una decena de pueblos «poco conocidos» que se han convertido en grandes referentes del turismo de salud o curativo, él cuál se distingue por la presencia de aguas termales, según publicó Crónica.
En la provincia de Catamarca existe un rincón todavía poco explorado que combina naturaleza agreste, aguas termales revitalizantes y una atmósfera de paz absoluta donde es posible desconectar del ritmo cotidiano y recargar energías.
Entre cerros imponentes y valles silenciosos, se encuentran unas termas naturales que sorprenden con sus piscinas al aire libre, temperaturas que invitan al relax y un entorno casi virgen que está marcado por formaciones rocosas únicas y vegetación típica de la región.
Las termas más lindas y escondidas de Argentina
Ubicado a unos 370 kilómetros de San Fernando del Valle de Catamarca, Villa Vil es un pequeño pueblo de aproximadamente 600 habitantes que ha emergido como un destino turístico destacado en el noroeste argentino.
Geográficamente, el acceso a la pintoresca localidad se realiza desde la ciudad de Belén, recorriendo 80 kilómetros por la reconocida Ruta Nacional 40 hasta El Eje (otra localidad cercana) y luego tomando la Ruta Provincial 43.
Su principal atractivo es el Complejo Termal Villa Vil, el cual fue inaugurado en junio de 2023 y ofrece piscinas al aire libre con aguas curativas que oscilan entre los 38 °C y 42 °C, rodeadas de un entorno natural impresionante.
Se encuentra en una región de sierras áridas con un clima caracterizado por escasas precipitaciones y temperaturas extremas (altas o bajas temperaturas). Dados estos dos factores, el entorno presenta formaciones geológicas notables que le aportan un toque sumamente especial a la experiencia.
Dentro de los sitios destacados de la zona se puede mencionar los «Castillos de Villa Vil», afloramientos rocosos erosionados por el viento y el agua, y los Baños Grandes, vertientes termales naturales ubicadas a unos 2.200 metros sobre el nivel del mar.
La vegetación es típica de las ecorregiones del monte y la prepuna, con especies como jarillas, chilcas y algarrobos en zonas más húmedas. El río Las Zanjas, afluente del río Belén, atraviesa la zona, contribuyendo a la formación de quebradas y valles que enriquecen el paisaje.
En medio de estos bonitos paisajes, el complejo termal también cuenta con instalaciones como duchas con agua termal, un pequeño comedor con comida regional y ofrece una experiencia de relax con servicios de spa como masajes.
Por ello se puede decir que es un sitio ideal para los amantes del turismo termal y las aventuras al aire libre, Villa Vil representa una opción ideal para desconectar y disfrutar de la tranquilidad que ofrece este rincón “desconocido” de la provincia de Catamarca.