Río de la Plata. Los famosos malecones entregaron buenas piezas de la especie en el cierre de la temporada. Además, dorados, manduvas, bagres y chafalotes. Llamativa ausencia de carpas.
Así está este año la pesca de bogas en la zona de Berisso, un punto emblemático para buscarlas y que, sobre el filo del final de la temporada, empezó a mostrar sus mejores atributos, con calidad de capturas que orillaron los 3 kg, junto a cantidad de chicas a medianas que hacen el deleite del aficionado que se acerca a la zona, según publicó Weekend.
En nuestro caso, nos subimos a la lancha el pasado miércoles 19 de marzo, junto a un grupo de amigos, para disfrutar de esa pesca. Jorge Daniel Damario y Omar Fortino no se la quisieron perder, y a mediodía estábamos en aguas del río. Viento suave del noreste, condiciones óptimas del estuario rioplatense que corría bien y no tardó en brindarnos los primeros piques en bajante en las inmediaciones del famoso malecón.
Los malecones son piedras que están en ambos laterales del canal de entrada al puerto que sale desde el canal Mitre y está equipado con farolas. Unos 2.000 m antes de llegar al puerto platense tiene estas piedras con durmientes puestos de punta, los cuales ostentan más de 100 años para que la marea no arrastre el sedimento y tape el canal donde navegan los barcos de gran porte.
La pesca se extendió durante toda la tarde, hasta que a las 18 levantamos todo y emprendimos el regreso. Muchas capturas de bogas de todos los tamaños, algunas buenas que fueron al disfrute gastronómico. Aparejos de dos anzuelos, brazoladas de 30 a 50 cm y línea rematada con un plomo de 80 g, del tipo palito, para que no se trabe en las piedras. Cañas de 1.90 a 2.40 m. acción 7 a 20 lb (1 lib = 0,453 kg) máximo, ya que el pescador puede elegir usar más o menos potencia para disfrutar la lucha con este combativo pez. Los aparejos se depositan encarnados con masa entre los palos y piedras, y allí están las bogas que vienen a comer el mejillón asiático, molusco que abunda en este sitio. Además, el efecto del maíz en el agua redunda en éxito y cada asiduo a estos pesqueros suele tener su palo favorito al que constantemente ceba.
A la buena pesca de bogas se suman doradillos, manduvas, chafalotes y bagres, generando una multiplicidad de especies bárbaras. Llamativamente, no hay carpas, algo que se viene advirtiendo en los malecones en las últimas dos temporadas. Antes su presencia era constante, pero desde que apareció la boga de buena talla, esta otra especie desapareció. El verano ya se fue, no así la boga que es un gran plan para las próximas semanas.