Dario Amodei, CEO de Anthropic y figura clave en el desarrollo de inteligencia artificial, advierte que la IA podría transformar radicalmente el mercado laboral en los próximos cinco años. En una entrevista con Axios desde San Francisco, predice que hasta el 50% de los empleos de cuello blanco de nivel inicial, en sectores como tecnología, finanzas y derecho, podrían desaparecer, elevando el desempleo al 10-20%.
Amodei pide al gobierno y a las empresas de IA a ser transparentes sobre este riesgo inminente. publicó El Economista.
Un impacto social sin precedentes
A sus 42 años, Amodei, creador de tecnologías como Claude 4, ve un futuro donde la IA desata avances extraordinarios, como curas para enfermedades y un crecimiento económico del 10% anual, pero también un costo social devastador.
La automatización masiva podría dejar sin empleo a millones, especialmente a trabajadores jóvenes. Sin embargo, advierte que la sociedad, los legisladores y muchos CEOs subestiman o ignoran esta amenaza, lo que agrava el riesgo de un «apocalipsis laboral».
La ceguera ante la revolución de la IA
Amodei lamenta que el debate público esté desconectado de la realidad. Mientras el presidente Trump no aborda el tema y el Congreso carece de regulaciones o advertencias claras, la mayoría de los estadounidenses desconocen el poder creciente de la IA. Esta falta de conciencia, combinada con el temor de los ejecutivos a hablar abiertamente, podría llevar a una adopción masiva de IA por parte de las empresas antes de que el público comprenda las consecuencias.
El auge de los agentes de IA
La rápida evolución de los modelos de lenguaje, como los desarrollados por Anthropic, OpenAI y Google, está impulsando la creación de «agentes» de IA capaces de realizar tareas humanas de forma más rápida y barata. Estos agentes ya están reemplazando roles en programación, atención al cliente y análisis financiero. Líderes como Mark Zuckerberg anticipan que, para 2025, la IA asumirá funciones de ingenieros de nivel medio, reduciendo significativamente la necesidad de trabajadores humanos.
En enero, Zuckerberg le dijo a Joe Rogan: «Probablemente en 2025, en Meta, al igual que las demás empresas que trabajan en esto, contaremos con una IA que pueda ser, en efecto, una especie de ingeniero de nivel medio capaz de escribir código». Añadió que esto reducirá con el tiempo la necesidad de que los humanos realicen este trabajo. Poco después, Meta anunció planes para reducir su plantilla en un 5 %.
Una transición abrupta y desigual
Amodei teme que las empresas, al priorizar ahorros, reemplacen masivamente a trabajadores por IA, pausando contrataciones y eliminando puestos existentes. Ejemplos recientes, como los despidos en Microsoft, Walmart y CrowdStrike, reflejan esta tendencia. A diferencia de revoluciones tecnológicas pasadas, la velocidad y el alcance de esta transformación podrían concentrar la riqueza en grandes empresas de IA, exacerbando la desigualdad y amenazando la estabilidad democrática.
Soluciones para mitigar el impacto
Consciente de la inevitabilidad del avance de la IA, Amodei propone medidas urgentes: aumentar la conciencia pública sobre los empleos vulnerables, capacitar a trabajadores para usar la IA en su beneficio y educar a legisladores sobre sus implicaciones. También sugiere políticas como un «impuesto simbólico» del 3% sobre los ingresos de las empresas de IA, redistribuyendo esos fondos para mitigar el desempleo. Iniciativas como el Índice Económico Antrópico buscan fomentar un debate informado.
Un llamado a la acción inmediata
Amodei no busca detener el progreso de la IA, sino redirigirlo para minimizar sus daños. «No puedes parar el tren, pero puedes desviarlo», afirma. Sin embargo, insiste en que el tiempo apremia: sin acción inmediata, la sociedad enfrentará una crisis laboral sin precedentes. Su mensaje es claro: la transparencia, la preparación y la colaboración entre gobiernos, empresas y ciudadanos son esenciales para navegar esta era de inteligencia sobrehumana.