Vaca Muerta UOCRA. La imagen de Vaca Muerta como motor económico del país —con un ritmo de trabajo constante y una evolución positiva— se ve hoy confrontada con una realidad más complicada y preocupante.
Los recientes accidentes fatales en las rutas hacia Añelo y la paralización de nuevas obras, denunciada por la UOCRA, contrastan fuertemente con esa visión optimista.
Juan Carlos Levi, secretario adjunto de la UOCRA en Neuquén y coordinador en la zona de Añelo, ofreció un diagnóstico preocupante en una entrevista con Línea Abierta por LU5. Según explicó, hay más de 3.000 trabajadores de la construcción sin empleo, mientras que los proyectos vinculados a los hidrocarburos y las obras en los yacimientos siguen sin ponerse en marcha.
“Tenemos muchísimos títulos que salen y poca obra. Hay mucha expectativa, pero pocos resultados”, sintetizó Levi. Según el dirigente, actualmente unos 6.000 trabajadores de la construcción están en actividad, pero los registros del gremio señalan que más de 3.000 permanecen sin empleo.
“El índice de baja es muy alto si se tiene en cuenta todo lo que se había proyectado para este año”, agregó el sindicalista, que básicamente impulsa las obras que se inician en los yacimientos, y también las complejas como las plantas de tratamiento, que demandan cientos de puestos de trabajo.
Levi reconoció que el gobierno provincial de Rolando Figueroa “está haciendo todo lo posible” para reactivar la obra pública, pero advirtió que se trata de un esfuerzo que no alcanza si no se suman las operadoras del sector privado.
“El gobierno está absorbiendo parte del impacto con planes de vivienda, plantas de agua, obras en Loncopué y la represa en Nahueve. Pero esas obras no generan el volumen de empleo que sí dan una batería o una planta de tratamiento de crudo”, explicó.
Ejemplificó que un edificio puede emplear a 20 personas, una planta en un yacimiento puede convocar a más de 600 trabajadores. Y para el gremio, el gremio, es ese tipo de inversión la que permitiría descomprimir la situación actual.
Admás de las obras nuevas en Vaca Muerta, el sindicalista de UOCRA reveló que se suma el deterioro de la infraestructura vial. Añelo, epicentro de la actividad en Vaca Muerta, se convirtió en un embudo peligroso, por la cantidad de tráficos y accidentes. “Para entrar a Añelo a veces tenés una cola de diez kilómetros, hora y media para pasar. Es algo terrorífico”, denunció Levi.
Subrayó que el acceso a los yacimientos se volvió muy complejo y la situación se agravó tras el siniestro fatal registrado en las rutas, y el gremio reclama una urgente intervención para mejorar la red vial que conecta a las zonas productivas. Según publica ADNSUR.
“La actividad va a un ritmo que la infraestructura no alcanza. Las rutas no solo las usamos nosotros, las sufre toda la comunidad», dijo.