El Tribunal Oral Federal 2 (TOF 2) unificó dos condenas contra el exsecretario de Obras Públicas José López, quien finalmente deberá cumplir 13 años de prisión.
La medida surge de la acumulación de expedientes en su contra en la causa Vialidad y en otro proceso por enriquecimiento ilícito. Según TN, la solicitud de unificación había sido presentada por la defensa de López en junio, pero los jueces Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso resolvieron imponer una condena única de 13 años, descartando el pedido de reducirla a seis.
Los argumentos de los jueces y fiscales
Los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola se opusieron a la unificación favorable a López y reclamaron 13 años y 6 meses de prisión, destacando el rol clave del exfuncionario en los hechos de corrupción.
El tribunal, al fundamentar la decisión, destacó la gravedad de los delitos cometidos y el impacto en la confianza ciudadana:
“Los hechos juzgados se inscriben como actos graves de corrupción cometidos desde la primera línea del Estado Nacional”.
La resolución mantiene las multas económicas por enriquecimiento ilícito, la inhabilitación absoluta y perpetua para ejercer cargos públicos, y la prohibición de portar armas por tres años y dos meses.
La situación de salud y el pedido de domiciliaria
El 4 de julio, el mismo tribunal rechazó el pedido de prisión domiciliaria solicitado por la defensa de López en la causa Vialidad. Sus abogados alegaban problemas de salud psiquiátricos y riesgos por su condición de arrepentido en la causa Cuadernos, pero el TOF concluyó que no había elementos médicos ni probatorios suficientes.
El informe del Cuerpo Médico Forense determinó que el exfuncionario “no presenta patologías que impidan su tratamiento en un establecimiento carcelario”, lo que llevó a desestimar el beneficio.
El futuro judicial de José López
López, recordado por el escándalo de los bolsos con dinero en un convento, enfrenta ahora un escenario judicial definido: 13 años de cárcel efectiva. Además de la inhabilitación perpetua, el fallo refuerza la idea de que los casos de corrupción que involucraron a funcionarios de alto rango dejaron una marca profunda en la credibilidad institucional.