Un recorrido por el trabajo de campo para descubrir dinosaurios en la Patagonia.
Desde un yacimiento en la provincia de Río Negro, Federico Agnolín comparte cómo se desarrolla el arduo trabajo de campo en búsqueda de fósiles que permiten descubrir dinosaurios y entender la historia de la Tierra.
La rutina diaria para descubrir dinosaurios
“La rutina de un día de expedición comienza bien temprano en la mañana, posiblemente a las 7 u 8 de la mañana”, explica Federico Agnolín, paleontólogo, doctor en Ciencias Naturales e investigador del CONICET. Tras un desayuno con mate o café, inicia la jornada laboral que se extiende varias horas.
“Trabajamos casi todo el día y hacemos una pausa en la tarde porque el sol en el yacimiento es abrasador”, detalla el investigador. Al atardecer, regresan al campamento base, donde los esperan carpas y provisiones. “Todo es en la naturaleza”, resume Agnolín.
La experiencia en yacimientos de 70 millones de años, asegura, es compleja: “Son lugares que generalmente están muy alejados. Hablamos de ambientes hostiles, con numerosas plantas espinosas, escasez total de agua, sequía, viento y sol”. Sin embargo, estos sitios albergan restos de animales de fines de la era de los dinosaurios, lo que los convierte en lugares ricos para la exploración.
Herramientas, traslados y esfuerzo físico
El trabajo requiere trasladar herramientas constantemente: “Como la ‘oficina’ de los paleontólogos cambia de lugar, debemos trasladarlas en mochilas personales y de carga, o en carretillas cuando los elementos son grandes y pesados. A veces tenemos que trasladarlos por kilómetros, eso es bastante agotador”, comenta Agnolín, aunque asegura amar su profesión.
Reconoce que contribuir al conocimiento de la humanidad implica sacrificios: alejarse de casa durante semanas y afrontar jornadas extenuantes. “Muchas veces hemos arriesgado nuestra vida en estas mesetas interminables, en los Andes, hemos tenido que cruzar ríos, trepar montañas, escalar mesetas”, enumera, afirmando que está dispuesto a “pagar ese precio a cambio de un trabajo apasionante”.
La ciencia que revela el pasado de la Tierra
Por definición, la paleontología “es el estudio de la historia de la vida en la Tierra a partir de fósiles”, según National Geographic Education. Para Agnolín, esta disciplina permite comprender “cómo se formó todo lo que conocemos”.
El paleontólogo lidera actualmente la Expedición Cretácica I, enfocada en la búsqueda de fósiles en Río Negro. Su perfil en CONICET indica que es autor de más de 220 artículos científicos, seis libros y nueve capítulos de libros, contribuyendo significativamente al conocimiento sobre cómo los dinosaurios y otras especies moldearon la Tierra.
Mientras describe su labor, Agnolín enfatiza que cada hallazgo no solo enriquece la ciencia, sino que también ayuda a la humanidad a comprender su propio pasado: descubrir dinosaurios implica enfrentar riesgos, esfuerzo físico y dedicación extrema, pero los resultados son valiosos para todos.
“Bajo un sol ardiente, rodeados de plantas espinosas, mesetas interminables y la esperanza de encontrar un hallazgo revolucionario, los paleontólogos se embarcan en una silenciosa, pero constante tarea: desentrañar los secretos del pasado para comprender mejor la historia de la humanidad”, concluye, según informó National Geographic con la página National Geographic.