Con la irrupción de la inteligencia artificial, Jensen Huang, CEO de Nvidia, se convirtió en uno de los empresarios más poderosos del mundo. Lejos del perfil que mantiene Elon Musk o Mark Zuckerberg, el taiwanés debe su fortuna al éxito de los chips que fabrica el gigante estadounidense.
Desconocido para el gran público hace tres años, Jensen Huang se convirtió, con la llegada de la inteligencia artificial generativa (IA), en uno de los empresarios más poderosos del mundo al frente del gigante estadounidense Nvidia.
Nuevo visionario de la IA es Jensen Huang
De acuerdo con RioNegro. En los últimos dos años, las apariciones de este hombre de 62 años y melena canosa se convirtieron en acontecimientos mundiales, hasta el punto de llenar auditorios con más de 10.000 personas, mientras los productos de su compañía revolucionan los límites de la IA.
Huang debe su nueva fama al éxito de los chips diseñados por Nvidia, conocidos como tarjetas gráficas o GPU (Unidades de Procesamiento Gráfico), que son esenciales para el desarrollo de la IA generativa que impulsa tecnologías como ChatGPT.
El apetito del sector por las GPU de Nvidia, que se venden por decenas de millones de dólares cada una, catapultó al fabricante de chips a una valoración en bolsa superior a los 4 billones de dólares, convirtiéndose en la primera empresa en superar esa marca.
El meteórico ascenso de Nvidia disparó la fortuna personal de Huang a 150.000 millones de dólares, convirtiéndolo en una de las personas más ricas del mundo, gracias a la participación de aproximadamente el 3,5% que posee en la compañía que fundó hace tres décadas con dos amigos.
En una clara demostración de su influencia, recientemente convenció al presidente Donald Trump de levantar las restricciones a ciertas exportaciones de GPU a China, a pesar de la batalla existente entre China y Estados Unidos por la IA.
“Fue una decisión brillante”, dijo Jeffrey Sonnenfeld, profesor en la Universidad de Yale. Huang logró explicarle a Trump que “iba en beneficio de Estados Unidos sin que pareciera que contribuía a reforzar el aparato militar chino”, agregó.
Los primeros pasos de Jensen Huang en Nvidia
Nacido en Taipéi en 1963, Jensen Huang (originalmente llamado Jen-Hsun) personifica la historia de éxito estadounidense. A los nueve años, lo enviaron con su hermano a un internado en un pequeño pueblo de Kentucky. Su tío recomendó la escuela a sus padres taiwaneses, creyendo que era una institución prestigiosa, cuando en realidad era una escuela para jóvenes con problemas.
Huang se alojó allí, pero asistió a una escuela pública cercana junto con los hijos de los agricultores de tabaco. Debido a su bajo nivel de inglés, sufrió acoso escolar y fue obligado a limpiar baños: una dura experiencia de dos años que lo transformó. “Trabajamos muy duro, estudiamos mucho y los niños eran muy duros”, había relatado en una entrevista con NPR. “El final de la historia es que disfruté mucho del tiempo que pasé allí”, había agregado Huang.
Jensen Huang de Nvidia, un optimista incansable
De vuelta en casa de sus padres en Oregón, se graduó en la universidad con solo 20 años. Se incorporó a AMD y luego a LSI Logic, empresas especializadas en semiconductores, para diseñar chips, su gran pasión.
Pero quería ir más allá y, en 1993, fundó Nvidia para “resolver problemas que las computadoras normales no pueden”, utilizando semiconductores suficientemente potentes para manejar gráficos en 3D, como explicó en el pódcast “No Priors”.
Nvidia creó la primera GPU en 1999, impulsando la intersección de los videojuegos, los centros de datos, la computación en la nube y, ahora, la IA generativa.
Siempre vestido con camiseta negra y chaqueta de cuero, Huang tiene un tatuaje del logotipo de Nvidia y le encantan los autos deportivos.
Pero es su optimismo incansable, su personalidad discreta y su falta de alineamiento político lo que lo distingue de figuras como Elon Musk y Mark Zuckerberg. A diferencia de ellos, Huang no estuvo en la ceremonia de investidura de Trump.
“Reduce su propia aura y hace que la estrella sea la tecnología, no él mismo”, señaló Sonnenfeld, quien cree que Huang podría ser “el más respetado de todos los titanes tecnológicos actuales”.
Un exempleado de alto rango de Nvidia, que habló en condición de anonimato, lo describió como “la persona más motivada” que jamás había conocido.
Jensen Huang de Nvidia, una persona “muy paradójica”
Cada vez que visita Taiwán, Huang es recibido como una celebridad, con decenas de fanáticos haciendo cola para conseguir su autógrafo y los periodistas, siguiéndolo a la barbería y a su mercado nocturno favorito.
“Ha creado este fenómeno gracias a su encanto personal”, dijo Wayne Lin, del Instituto de Investigación de Tendencias de Mercado Witology.
“Una persona como él debe estar muy ocupada y su agenda debería estar llena todos los días, reuniéndose con grandes jefes. Pero se acuerda de comer comida callejera cuando viene a Taiwán”, añadió.
Nvidia es una empresa muy estricta y se esfuerza por proyectar una imagen de Huang sin dramatismo. El exempleado de la compañía, en tanto, pintó una imagen más matizada. Describió a un individuo “muy paradójico”, que protege ferozmente a sus empleados, pero que también es capaz, dentro del círculo ejecutivo de Nvidia, de “destrozar a la gente” por errores importantes o malas decisiones.