La desesperación por conseguir alimentos en la Franja de Gaza derivó en una nueva tragedia. Al menos 20 personas murieron y decenas resultaron heridas tras el intento de saqueo a cuatro camiones de ayuda humanitaria en una carretera al sureste de Deir al-Balah, cerca del campo de refugiados de Nuseirat.
El hecho se produjo en un contexto de hambruna y violencia que golpea a la población desde el recrudecimiento del conflicto entre Israel y Palestina.
Desesperación y caos en la entrega de ayuda
Según informó la cadena BBC, de un convoy de 26 camiones que ingresaron al enclave palestino, seis fueron saqueados y cuatro volcaron. La presión de la multitud, que trepó sobre los vehículos en movimiento, provocó que los conductores perdieran el control, generando un accidente mortal.
El vocero de la defensa civil, Mahmud Bassal, explicó que la tragedia ocurrió cerca de la medianoche, cuando cientos de personas se agolpaban para recibir suministros. “La presión de la multitud provocó que los vehículos perdieran estabilidad”, detalló.
Un sistema de distribución colapsado
Israel había anunciado la entrada gradual de bienes a Gaza mediante empresas privadas para ampliar la ayuda humanitaria y reducir la dependencia de agencias de la ONU, cuya logística se ha visto gravemente afectada por ataques, destrucción de infraestructura y bloqueos.
En las primeras etapas del conflicto, la distribución era más segura gracias a la escolta de la policía controlada por Hamas. Sin embargo, el colapso del aparato de seguridad dejó expuestos a los transportistas, que ahora enfrentan asaltos de grupos armados y civiles desesperados.
Un drama humanitario sin precedentes
La ONU estima que cerca del 90% de la población de Gaza —más de dos millones de personas— ha sido desplazada desde el 7 de octubre de 2023, fecha en que Hamas atacó el sur de Israel, matando a unas 1.200 personas y secuestrando a más de 250. La respuesta militar israelí ha causado, según el Ministerio de Salud gazatí, más de 61.000 muertes.
El hambre, la destrucción y la falta de seguridad convierten cada intento de entregar ayuda en una operación de alto riesgo. Lo ocurrido en Nuseirat refleja el nivel de desesperación que atraviesa la población civil. Información extraída del medio C5N.