El Presidente se prepara para encabezar actos, mostrar gestión y definir candidaturas junto a su hermana Karina.
En medio de los saltos de la cotización de la divisa, busca polarizar al extremo con el kirchnerismo de cara a las elecciones.
Acelera su protagonismo electoral
De acuerdo con a24. Después de una semana de creciente incertidumbre cambiaria que el presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, atribuyeron al “riesgo kuka”, en conjunción con una nueva “traición” de la vice Victoria Villarruel, el Gobierno arranca otra semana de fuertes tensiones políticas y económicas. Por un lado, con el Congreso, donde se define la suerte de los vetos presidenciales; y por otro, con el cierre de alianzas y listas electorales en todas las provincias.
Tras terciar en la dura interna entre Karina Milei y su asesor Santiago Caputo, Milei se pone al frente de la campaña electoral, en medio de la incertidumbre económica, las internas con Villarruel y las primeras luces amarillas que obligaron al Gobierno a tomar medidas para contener una “corrida” del dólar que pueda terminar con el mayor logro conseguido hasta hoy: la baja de la inflación.
Milei, Caputo y la culpa del “riesgo kuka”
Este lunes 4 de agosto, sobre el filo del plazo legal, Milei se dispone a firmar los vetos a las leyes sancionadas por el Senado que, según denunció, rompen el equilibrio fiscal y atentan contra el centro del plan económico, generando la incertidumbre política que derivó en la primera corrida cambiaria reconocida por Milei desde que llegó al poder.
En la estrategia de culpar a la oposición por la fragilidad del modelo, Milei incluyó a la vicepresidenta Victoria Villarruel, a la que responsabilizó de una supuesta “traición” en alianza con el kirchnerismo para “hacer caer al Gobierno”.
El miércoles será una jornada de frenéticas especulaciones políticas y un nuevo examen político que deberá afrontar Milei tanto en el Congreso como en la cuestión electoral.
Este mismo día, la oposición en Diputados pedirá sesionar para tratar de insistir con las leyes de aumento a los jubilados, aunque en Casa Rosada trabajan en buscar aliados en todas las provincias para que el kirchnerismo no consiga quorum y se caiga la sesión. En caso de no prosperar esa opción, intentarán conseguir los votos que blinden los vetos que firmará Milei este lunes.
El resultado de las frenéticas negociaciones se verá en las bancas del Congreso con la posición que tomarán los gobernadores aliados.
El Grito Federal
El oficialismo trabaja contra reloj en mejorar su relación con el PRO, la UCR y partidos provinciales que espera aglutinar en un futuro interbloque después de las elecciones de octubre. Son los mismos que hasta ahora le garantizaron gobernabilidad, sosteniendo los vetos presidenciales en el Congreso.
El Gobierno ya sumó al bloque de La Libertad Avanza en Diputados a los radicales de “La Liga del Interior”. El presidente de la Cámara de Diputados y delfín de Karina en la vicepresidencia de LLA, Martín Menem, compartió esta semana el anuncio con los diputados conocidos como “radicales con peluca”. Se trata de Luis Picat (Córdoba), Pablo Cervi (Neuquén), Federico Tournier (Corrientes), Francisco Monti (Catamarca) y Mariano Campero (Tucumán).
En paralelo, la mesa chica de LLA agilizó los contactos con el PRO para cerrar un acuerdo electoral en la Ciudad de Buenos Aires con el secretario de gobierno porteño, Ezequiel Sabor, un hombre cercano al expresidente, Mauricio Macri. No obstante, Karina Milei, como había adelantado A24.com, dejó afuera de las negociaciones a Jorge Macri porque Milei no le perdona haber desdoblado las elecciones locales y contratar para su campaña al consultor español Antoni Gutiérrez-Rubí.
En el triángulo de hierro hablan de un esquema en el que LLA se quede con dos candidatos a senadores y el PRO porteño con dos diputados, que podrían ser encabezados, como ya anticipó A24.com, por Bullrich en la cámara Alta y María Eugenia Vidal a la Baja.
La gran duda que preocupa ahora a la mesa chica de la Casa Rosada es qué harán los 5 gobernadores que acaban de anunciar “el grito federal” que busca sumar más gobernadores en un frente electoral alternativo a la grieta que lideran los candidatos de Milei y los de Cristina Kirchner.