Refuerzo histórico en la frontera norte para combatir el crimen.
Argentina puso en marcha un megaoperativo de seguridad con más de 10.000 efectivos militares y un arsenal tecnológico sin precedentes para frenar el avance del narcotráfico y el contrabando en la frontera norte del país.
Una operación inédita en defensa nacional
El ministro de Defensa, Luis Petri, encabezó el lanzamiento de la Operación Julio A. Roca, un despliegue militar sin precedentes que busca blindar los límites fronterizos en zonas críticas del NOA y el NEA. Con epicentro en Tartagal, Salta, y extensión hacia Aguaray y Salvador Mazza, la iniciativa apunta a cortar el tránsito ilegal que ingresa desde Bolivia.
A diferencia de otras estrategias anteriores, este operativo se concentra fuera de los pasos fronterizos formales y de los centros urbanos, llevando la presencia militar a terrenos inhóspitos, selváticos y de difícil acceso.
Tecnología de última generación contra el delito
El refuerzo no solo se mide en cantidad de efectivos: drones, radares móviles, helicópteros y patrullajes fluviales forman parte del arsenal dispuesto para vigilar la frontera.
El operativo se articula bajo un Comando Conjunto interagencial, que coordina las acciones con el Ministerio de Seguridad mediante el Plan Güemes. Cada unidad desplegada cuenta con nuevo equipamiento, capacitación especializada y entrenamiento intensivo para enfrentar el crimen transnacional.
Declaraciones de Petri: “Un cambio de paradigma”
Luis Petri aseguró que la misión marca un giro en la política de defensa argentina:
“Este despliegue es un cambio de paradigma. Las Fuerzas Armadas asumen un rol más activo en la custodia de la soberanía y la integridad territorial”, subrayó.
Según detalló el funcionario, la estrategia busca mostrar firmeza frente al crimen organizado y al mismo tiempo fortalecer la cooperación interinstitucional en materia de seguridad.
Contexto y alcance regional
El norte argentino se convirtió en una zona de creciente tensión por el aumento del narcotráfico y el contrabando. La frontera con Bolivia es señalada como uno de los corredores más utilizados para el ingreso de cargamentos ilegales.
El despliegue militar busca, además, enviar un mensaje político: el Gobierno pretende demostrar que la defensa nacional también implica combatir al crimen organizado en los puntos más vulnerables del país.
Una estrategia avalada a nivel internacional
La magnitud de la operación generó interés en distintos organismos internacionales de defensa y seguridad. La información sobre la iniciativa fue publicada por el medio especializado InfoDefensa, que destacó la combinación de recursos humanos y tecnológicos en la frontera norte argentina como un ejemplo de despliegue integral.
Con más de 10.000 efectivos, apoyo tecnológico de avanzada y un esquema de coordinación interagencial, Argentina apuesta a consolidar un nuevo modelo de seguridad fronteriza. La Operación Julio A. Roca marca un antes y un después en la lucha contra el crimen organizado y ratifica el compromiso del país con la soberanía y la integridad territorial.