El país defiende en la Asamblea cambios y rechaza declaraciones con agenda política
Durante la 80.º Asamblea General de la ONU, Argentina fijó su posición en defensa de políticas sanitarias con base científica, impulsando un giro hacia un modelo preventivo y técnico que evite agendas ideológicas.
Modelo basado en prevención, verdad y libertad clínica
El ministro de Salud nacional sostuvo que “no hay salud sin verdad científica, no hay confianza sin transparencia y no hay política sanitaria legítima si no se pone al paciente en el centro”. Para el Gobierno, es hora de dejar atrás un sistema centrado en reparar enfermedades y pasar a uno preventivo, respaldado en ensayos clínicos, datos abiertos, comparables y replicables.
En su discurso, el funcionario anunció que Argentina revisará aditivos y colorantes en alimentos para reforzar prevención de enfermedades vinculadas a la alimentación y apostará por políticas sanitarias alineadas con la ciencia.
Rechazo a borradores que mezclan agendas ideológicas
El país se negó a respaldar un borrador de declaración política en la ONU, al considerar que incorpora contenidos ajenos al tema técnico sanitario, como cambio climático, perspectiva de género o la Agenda 2030. La posición oficial es clara: solo apoyarán declaraciones estrictamente técnicas, libres de condicionamientos ideológicos y respetuosas de la soberanía de los Estados.
Así, Argentina se alineó con las posturas defendidas por Estados Unidos y expresó que la cooperación internacional debe ser moderna: transparente, libre y basada en evidencia, no en consignas globales.
Agenda paralela en salud global
Además de su intervención en la ONU, el ministro participó en eventos de alto nivel: el encuentro sobre Enfermedades No Transmisibles (ENT) y Salud Mental, así como mesas redondas sobre accidentes cerebrovasculares y multilateralismo sanitario. Estos espacios reforzaron la apuesta de Argentina por volver a ser protagonista en debates internacionales de salud.
La estrategia nacional deja atrás la improvisación y el aislamiento, y propone un modelo sanitario donde las decisiones se basen en datos y en el paciente, más allá de intereses políticos.