Las Fuerzas Armadas de Estados Unidos reforzaron su presencia en el Caribe con el envío de cazas F-35B Lightning II a Puerto Rico en el marco de un operativo antidrogas que ya generó fuertes críticas desde Venezuela.
Según el Departamento de Defensa de Estados Unidos, los aviones del Escuadrón de Ataque de la Infantería de Marina 225 operan desde la isla con el objetivo de enfrentar a carteles vinculados a graves daños sociales y económicos en el país norteamericano.
El F-35B es una aeronave capaz de despegar en pistas cortas y aterrizar verticalmente, lo que permite operar desde buques desplegados en el sur del Caribe.
Despliegue en Puerto Rico
Medios locales informaron que al menos cinco cazas aterrizaron en la antigua base Roosevelt Roads, en Ceiba. La operación se dio tras la destrucción de una embarcación que transportaba drogas hacia Estados Unidos, hecho en el que murieron tres venezolanos acusados de “narcoterroristas”.
Además, el plan incluye el envío de buques militares a aguas caribeñas, reforzando la capacidad de patrullaje y control frente al narcotráfico.
Reacción de Venezuela
El régimen de Nicolás Maduro calificó la presencia de los cazas estadounidenses como una “amenaza” y respondió con maniobras militares en La Orchila, al norte de Caracas.
La tensión entre ambos países se suma a los cuestionamientos políticos en la región, en medio de acusaciones cruzadas sobre narcotráfico y seguridad.
Puerto Rico, un enclave estratégico
La gobernadora Jenniffer González respaldó la medida, agradeciendo al gobierno de Donald Trump por “reconocer la importancia estratégica de Puerto Rico para la seguridad nacional”.
Según destacó, el despliegue “posiciona a la isla como frontera clave en el Caribe” y permite enfrentar las rutas del narcotráfico “de raíz, atacando de dónde viene la droga”.
Próximos pasos
Aunque el Departamento de Defensa de Estados Unidos no adelantó nuevas acciones, aseguró que mantendrá el monitoreo constante de la región dentro de la ofensiva antidrogas.
Según Radio3 , el operativo se desarrolla en paralelo con maniobras de presencia militar marítima y aérea que refuerzan la estrategia de control en el Caribe.