Cada vez más hogares argentinos suman una freidora de aire a su cocina. Este práctico electrodoméstico permite preparar comidas rápidas y saludables, pero su uso también impacta en la factura de luz.
Según especialistas, una freidora de aire consume entre 1400 y 1700 vatios por hora. Esto significa que, si se utiliza durante 30 minutos —tiempo habitual para cocinar—, el gasto ronda entre 0,7 y 0,85 kWh.
De acuerdo con C5N el trasladar ese consumo a pesos, es necesario multiplicar los kWh por el valor que cada empresa de electricidad fija en sus tarifas. Por lo tanto, aunque reduce el uso de gas, sí incrementa el consumo eléctrico.
Consejos para reducir el consumo eléctrico
Para que la freidora no incremente demasiado la factura, existen algunas prácticas simples que ayudan a optimizar su uso:
- Cocinar varias porciones juntas: aprovechar la capacidad del aparato evita encenderlo varias veces.
- No abrir durante la cocción: al perder calor, demanda más energía para recuperar la temperatura.
- Precalentar solo si es indispensable: en muchas recetas puede omitirse.
- Apagarla antes del tiempo final: el calor residual permite terminar la cocción sin seguir consumiendo.
- Mantenerla limpia: la suciedad en el ventilador o en los elementos calefactores aumenta el gasto energético.
Un aliado práctico que requiere conciencia energética
La freidora de aire llegó para quedarse en la cocina de muchos argentinos, pero es clave usarla de manera responsable. Con simples hábitos de uso, se puede disfrutar de comidas más sanas y rápidas sin que el impacto en el bolsillo sea tan elevado.