La inflación de alimentos bajó a 0,9% en la última semana, pero productos clave como verduras y frutas treparon hasta 4,7%.
La inflación de alimentos y bebidas mostró una desaceleración en la cuarta semana de septiembre, aunque varios productos básicos tuvieron incrementos superiores al 3%. El relevamiento de precios de la consultora LCG reflejó que el índice semanal avanzó 0,9%, por debajo del 1,6% de la semana previa, lo que dio algo de respiro, aunque el impacto en el bolsillo sigue siendo fuerte.
Menor ritmo inflacionario pero con focos de presión
Según el informe de LCG, la inflación promedio de las últimas cuatro semanas se redujo a 1% mensual, es decir, 0,2 puntos menos que en la medición anterior. Sin embargo, la comparación “punta a punta” —entre el inicio y el cierre del período— arrojó un aumento del 2,3%.
El estudio señaló que la dispersión de precios fue levemente menor respecto de la tercera semana del mes. El porcentaje de productos sin variación cayó en siete puntos, lo que se tradujo en más aumentos y bajas. Aunque la cantidad de artículos que subieron de precio se mantuvo elevada, la concentración de los incrementos fue más moderada.
Los productos que más aumentaron en la semana
Dentro de la canasta relevada, las verduras lideraron la suba con un 4,7% en apenas siete días. Las frutas acompañaron con un incremento del 3%. En conjunto, ambos rubros explicaron más de la mitad de la inflación semanal.
También subieron los lácteos y huevos (2,6%) y las carnes (2%). Según la consultora, “los aumentos de frutas y verduras explicaron el 56% de la inflación de la semana”, mostrando cómo los productos frescos impactan de manera inmediata en la evolución de los precios.
En sentido contrario, algunos rubros moderaron la presión inflacionaria. Los condimentos y otros productos alimenticios bajaron 1,4%, mientras que el azúcar, miel, dulces y cacao retrocedieron 1%.
Panorama mensual: qué rubros explican la suba
Si se observa el comportamiento de septiembre en su conjunto, las frutas aportaron un cuarto de la inflación mensual, mientras que panificados, cereales, pastas y carnes concentraron cerca del 50% de la variación.
En cuatro semanas, las frutas acumularon un alza de 5,6% y los aceites de 5,2%, dos de los segmentos más inflacionarios. Los panificados subieron 2% y las carnes 0,7%. En contraste, las verduras retrocedieron 1,9% en el mismo período, lo que ayudó a amortiguar el índice.
Otro aspecto que destacó LCG fue la mayor distribución de los aumentos: cada vez menos productos quedan sin cambios, lo que indica que las alzas alcanzan a más artículos, aunque con intensidades diferentes.
El desafío de contener precios sensibles
La evolución de septiembre dejó en claro que, pese a la desaceleración semanal, la inflación de alimentos sigue marcada por fuertes aumentos en productos sensibles como frutas, verduras y lácteos. Estos ítems de consumo cotidiano son los que más presionan sobre el gasto de los hogares y los que explicaron buena parte de la suba mensual.
Según informó Infobae, el comportamiento de estos rubros muestra la dificultad de contener la inflación en segmentos básicos de la canasta familiar, incluso en semanas donde se modera el índice general.
La inflación de alimentos dio señales de freno en septiembre, pero los incrementos en productos frescos y de consumo diario mantienen la presión sobre los bolsillos.