El presidente de EE. UU. se jacta de su política exterior ante la ONU.
Donald Trump aseguró ante la Asamblea General de la ONU haber “terminado con siete guerras en siete meses” y criticó el reconocimiento del Estado palestino, advirtiendo que sería “premiar a Hamás”, según informó El Español.
El presidente estadounidense comenzó su intervención con un tropiezo: el teleprompter no funcionaba, por lo que improvisó diciendo: “Hablaré con el corazón”. A continuación, destacó la “buena salud” de su país y la posición de Estados Unidos como “el mejor del mundo para hacer negocios”. Esta fue su primera aparición en la ONU desde regresar al poder, en la que enfatizó logros en aranceles, migración y política exterior.
Alarde de mediación en conflictos globales
Trump enumeró los conflictos que afirma haber contribuido a resolver: Armenia y Azerbaiyán; República Democrática del Congo y Ruanda; Israel e Irán; India y Pakistán; Camboya y Tailandia; Egipto y Etiopía; y Serbia y Kosovo. Sobre estos casos, indicó que “deberían darle el Nobel de la Paz”, aunque aclaró que su objetivo principal era “salvar vidas y no ganar premios”.
Postura sobre Palestina y Hamás
El mandatario reiteró su rechazo a que la ONU reconozca a Palestina como Estado independiente, argumentando que tal reconocimiento sería “un premio para Hamás”. Esta declaración reafirma la línea dura de su administración hacia el conflicto israelí-palestino y subraya su influencia en la política internacional desde la tribuna de la Asamblea General.
Trump y su narrativa de liderazgo global
Con su discurso, Trump buscó proyectar una imagen de eficacia y control en el escenario internacional, resaltando su capacidad de intervención directa en conflictos y defendiendo la posición estratégica de Estados Unidos en el mundo. Su mensaje refuerza la política exterior unilateral y la idea de liderazgo estadounidense sin dependencia de organismos multilaterales.