La reconocida productora regresó a los escenarios tras la reciente pérdida de su nieta Mila Yankelevich.
En un show de Erreway cargado de nostalgia, dedicó la noche a su hija Romina, quien hubiera cumplido años el 5 de septiembre.
Segun LA17 Después del duro golpe familiar que significó la muerte de su nieta en un accidente en Miami, Cris Morena eligió reaparecer en un contexto muy especial: el show de Erreway. Con la voz entrecortada, tomó el micrófono y expresó: “Mañana es el cumpleaños de mi hija Romina, que está con Mila, y todos ustedes van a estar dándoles una luz”.
La creadora de Rebelde Way y Casi Ángeles conmovió a un público que respondió con una ovación prolongada, en un clima cargado de recuerdos y afecto compartido.
Palabras que dejaron huella
Durante la velada, Cris Morena leyó un texto que había preparado, donde destacó el poder de la música y la amistad como motores para sostener el espíritu rebelde que siempre transmitió con sus obras.
“Rebelde hoy es amor, es pasión que explota, es romper con lo que nos impide volar. La rebeldía no es confrontar, sino encontrar nuestro propio camino”, expresó.
Con estas palabras, la productora buscó inspirar a las nuevas generaciones, remarcando que la verdadera rebeldía está en animarse a soñar y en no conformarse con lo impuesto.
Un legado artístico que sigue vivo
El recuerdo de Romina y Mila atravesó cada momento del espectáculo, pero también quedó en evidencia cómo las producciones de Cris Morena marcaron a varias generaciones. La emoción se convirtió en un homenaje colectivo donde el arte se transformó en refugio y esperanza.
Según MiTelefe, la productora agradeció la presencia de los músicos y del público, destacando el valor de reencontrarse con la energía de la gente en un contexto tan sensible para su vida personal.
La reaparición de Cris Morena fue mucho más que un regreso: fue un mensaje de resiliencia, un homenaje a sus seres queridos y una celebración de la música como motor de vida.