Tres ingenieros del ITBA desarrollaron Navian, un sistema que combina inteligencia artificial y realidad aumentada para revolucionar las cirugías cerebrales con precisión milimétrica.
Navian, creado por Pablo Salmon, Lucciano Mannelli y Tiago Sarthou, representa un avance monumental para la neurocirugía. Según la información proporcionada por el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), este software convierte estudios de imágenes médicas en reconstrucciones tridimensionales del cerebro que se proyectan directamente sobre el paciente mediante gafas de realidad aumentada.
«Lo que buscamos fue crear un sistema que funcione como un GPS dentro del quirófano», explicó Mannelli, destacando cómo la tecnología brinda al neurocirujano una guía visual inmediata para localizar estructuras críticas como tumores o vasos sanguíneos.
Un Desarrollo Argentino con Impacto Regional
La herramienta ya se implementa en diez quirófanos argentinos, incluyendo los del prestigioso FLENI, y promete convertirse en una solución clave para América Latina. Su mayor ventaja es que no requiere equipamiento importado de alto costo, utilizando dispositivos accesibles que hacen posible su implementación en hospitales con distintos presupuestos. Esta característica democratiza el acceso a tecnología de vanguardia, permitiendo que más centros médicos realicen intervenciones con precisión milimétrica.
Del Aula Universitaria al Quirófano Real
Lo que comenzó como un proyecto de tesis en el ITBA se transformó en una herramienta con aplicación clínica concreta. Los desarrolladores destacaron el rol fundamental del FLENI en este proceso: «Empezamos con una idea muy técnica y terminamos en un hospital, aprendiendo de médicos reales», contó Sarthou. Esta colaboración entre ingenieros y profesionales de la salud permitió adaptar la tecnología a las necesidades reales de los quirófanos, validándola en cirugías concretas con resultados prometedores.
El Futuro: Democratizar la Innovación Médica
El equipo de Navian no se detiene en el éxito actual. Su visión apunta a expandir el sistema hacia hospitales públicos y centros de formación médica, además de proyectar su aplicación a otras especialidades quirúrgicas. «Creemos que la tecnología puede y debe estar al servicio de todos. La salud no tiene que depender del presupuesto, sino del conocimiento», afirmó Sarthou. Este desarrollo no solo mejora procedimientos existentes, sino que capacita a nuevas generaciones de cirujanos en técnicas de alta precisión, consolidando el potencial del talento argentino en biotecnología. Informacion extraída del medio TN.