De un blooper que se hizo viral a dos atajadas que valieron la clasificación a la final del Mundial Sub 20.
Santino Barbi, el arquero cordobés de la Selección Argentina, vivió una transformación espectacular en el torneo y se consagró como figura clave en la semifinal ante Colombia con intervenciones decisivas.
Las atajadas que salvaron a Argentina
Cuando el partido pendía de un hilo, Barbi respondió con dos intervenciones memorables. A los 53 minutos, se estiró al palo derecho para desviar un potente remate cruzado de Rentería. Solo cuatro minutos después, reaccionó con agilidad félinapara sacar un cabezazo de Arizala que parecía imparable. Según el relato oficial del partido, estas dos atajadas mantuvieron con vida al equipo hasta el gol de Silvetti que clasificó a Argentina a la final.
De las críticas al reconocimiento
El camino no fue fácil para el arquero de 20 años. En la fase de grupos, ante Australia, protagonizó un error que dio la vuelta al mundo: falló al intentar despejar un centro y permitió el gol australiano. Sin embargo, lejos de hundirse, Barbi mostró una fortaleza mental admirable. «En mi puesto se condena mucho el error, pero se trabaja y se entrena para esto. Estoy feliz por haber ayudado al grupo», declaró con serenidad tras la semifinal.
El perfil del arquero cordobés
Nacido en El Tío, Córdoba, y con 1,91 metros de altura, Barbi se formó en las inferiores de Talleres, donde aún espera su oportunidad de debutar en Primera División. El técnico Diego Placente mantuvo su confianza en él desde el Sudamericano juvenil, y el arquero respondió con creces, transformándose en uno de los pilares del equipo.
De la sombra de un error al brillo de la consagración, Santino Barbi demostró que los contratiempos pueden ser el trampolín hacia el éxito. Su evolución representa el crecimiento colectivo de un equipo que ahora buscará el título mundial ante Marruecos. Información extraída del medio TyC.