Los correos del financista Jeffrey Epstein reavivan sospechas sobre su vínculo con Donald Trump y generan una crisis política en Washington
Una nueva serie de correos electrónicos vinculados al caso del financista Jeffrey Epstein volvió a colocar en el centro de la escena al expresidente Donald Trump, al mencionarlo en supuestos encuentros con víctimas del abusador.
Según informó C5N, los documentos fueron difundidos por el Comité de Supervisión del Congreso estadounidense y forman parte de un lote de más de 23.000 archivos. En los mensajes, Epstein hacía referencias a Trump y a su expareja, Ghislaine Maxwell, condenada por facilitar sus abusos.
Uno de los correos señala que “ese perro que no ha ladrado es Trump”, y otro menciona que una víctima “pasó horas en mi casa con él, y nunca se lo ha mencionado”. En otro intercambio, Epstein afirmaba que el entonces empresario “sabía de las chicas, ya que le pidió a Ghislaine que parara”.
La respuesta de la Casa Blanca
La Casa Blanca reaccionó con firmeza ante las acusaciones. La secretaria de Prensa, Karoline Leavitt, sostuvo que los demócratas buscan “filtrar selectivamente los correos” para desviar la atención de la crisis política por el cierre del gobierno, que ya lleva más de 40 días.
“Estas historias son intentos de mala fe para tapar los logros históricos del presidente”, declaró Leavitt, quien insistió en que los documentos “no prueban ninguna irregularidad” de Trump.
El propio expresidente respondió desde su red Truth Social, acusando a la oposición de “revivir el engaño de Epstein” con fines políticos. “No caigan en la trampa”, escribió.
Un vínculo que genera controversia desde hace años
El vínculo entre Trump y Epstein ha sido objeto de controversia desde los años noventa, cuando ambos compartían eventos en Palm Beach. Según la versión de Trump, rompió su amistad con el financista tras acusarlo de acosar a empleadas de su club privado.
Virginia Giuffre, una de las víctimas más reconocidas del caso, declaró en varias oportunidades que Trump “nunca estuvo involucrado en ninguna irregularidad” y que había sido “amable” con ella.
No obstante, el manejo de los archivos del caso Epstein sigue siendo un tema delicado en la política estadounidense. Los demócratas acusan al gobierno de ocultar información clave, mientras que los republicanos denuncian una manipulación del material con fines electorales.
El escándalo por los correos de Epstein amenaza con abrir un nuevo frente de conflicto en Washington y reaviva un caso que, pese a los años transcurridos, continúa sacudiendo los cimientos del poder político y judicial en Estados Unidos.




