El gobernador de Río de Janeiro justificó ante la Corte Suprema el operativo policial que dejó 121 muertos, asegurando que se actuó con “fuerza proporcional” frente al Comando Vermelho.
El gobernador de Río de Janeiro, Cláudio Castro, justificó ante la Corte Suprema de Brasil la operación policial más mortal en la historia del país, que dejó 121 muertos tras los enfrentamientos con el Comando Vermelho, una de las organizaciones criminales más poderosas del territorio brasileño.
Castro afirmó que el operativo fue “proporcional”
En un documento presentado al máximo tribunal, el mandatario aseguró que las fuerzas actuaron “con una fuerza proporcional” frente a la violencia de los enfrentamientos y que el operativo cumplió con los protocolos judiciales que regulan las acciones policiales en las favelas.
El gobernador explicó que la operación tenía como objetivo cumplir 51 órdenes de detención emitidas por un juez, y que fue resultado de un planeamiento exhaustivo destinado a reducir el impacto sobre la población civil. “Las fuerzas policiales tuvieron que emplear una fuerza compatible con la reacción de los criminales”, sostuvo Castro.
Enfrentamientos con el Comando Vermelho
Según el informe oficial, la estrategia policial buscó confinar a los sospechosos en una zona boscosa, donde se produjeron la mayoría de los enfrentamientos. Castro destacó que todos los fallecidos pertenecían al Comando Vermelho, y que muchos vestían ropa de camuflaje y portaban armamento de uso militar, como fusiles automáticos, granadas y explosivos lanzados con drones.
El gobernador recibió este lunes la visita del juez Alexandre de Moraes, integrante de la Corte Suprema, con quien recorrió un centro de planificación de las Fuerzas de Seguridad en Río para analizar los resultados del operativo.
Críticas por el alto número de muertes
La operación, calificada por las autoridades brasileñas como “la más letal en la historia del país”, provocó fuertes críticas de organizaciones sociales y de los propios vecinos de las favelas, quienes denunciaron un nuevo episodio de violencia policial.
La ONG Human Rights Watch advirtió que la Policía “no preservó la escena de los tiroteos”, lo que podría dificultar las investigaciones judiciales sobre las circunstancias de las muertes.
Según Radio3, los organismos de derechos humanos exigieron una revisión completa del accionar de las fuerzas y una investigación independiente para determinar si hubo abusos en el uso de la fuerza durante el operativo.
Un debate abierto sobre la seguridad en Río
El caso reavivó el debate sobre la violencia policial y la política de seguridad pública en Brasil, especialmente en las favelas de Río, donde los enfrentamientos entre fuerzas estatales y bandas criminales son frecuentes. Mientras el gobierno de Castro sostiene que la operación fue “necesaria”, las críticas apuntan a la falta de controles y protocolos efectivos para evitar muertes civiles.
									 
					



