Gorini restringe visitas y Cristina enfrenta riesgo de cárcel común.
El juez federal Jorge Gorini impuso nuevas limitaciones a la prisión domiciliaria de Cristina Fernández de Kirchner luego de que recibiera a nueve economistas en simultáneo, un encuentro que no estaba autorizado. Las medidas endurecen su rutina de visitas y abren la puerta a una eventual revocación del beneficio. La información se extrajo según informó Noticias Argentinas.
Las nuevas restricciones impuestas por el Tribunal
El Tribunal Oral Federal 2 resolvió ajustar las condiciones de la prisión domiciliaria de la expresidenta tras considerar que incumplió los acuerdos vigentes. El juez Jorge Gorini dispuso que a partir de ahora:
- Las visitas deberán tener un máximo de dos horas.
- Solo podrán realizarse dos veces por semana.
- Se permitirá el ingreso simultáneo de hasta tres personas.
Además, cualquier visita que no sea familiar directo, personal médico o defensa legal deberá solicitarse previamente con justificación detallada, fecha y horario.
En la resolución, el tribunal dejó claro que un nuevo incumplimiento podría derivar en la revocación de la prisión domiciliaria, obligando a Cristina Kirchner a cumplir la detención en una cárcel común.
La defensa pública de Cristina y su crítica al Gobierno
Horas antes de conocerse las restricciones, Cristina Kirchner publicó un mensaje titulado “No es la foto… es la Economía estúpido”, en el que defendió la reunión con los economistas. Sostuvo que no recibe a nadie sin autorización del Tribunal y acusó al Gobierno de Javier Milei de incomodarse ante la exposición de un modelo económico alternativo frente a lo que calificó como la “catástrofe” actual.
También apuntó contra lo que denominó el “bestiario mediático”, responsabilizándolo de amplificar críticas sobre un encuentro que, según ella, tenía un carácter técnico y no político.
Un flujo de visitas que despertó polémica
La situación se intensificó luego de un informe periodístico que reveló que, en los últimos 80 días, 77 personas visitaron a la expresidenta en su departamento de San José 1111, transformando el domicilio en un virtual “búnker político”.
Entre los visitantes destacados figuran el presidente de Brasil, Lula Da Silva; el cantautor Silvio Rodríguez; dirigentes como Axel Kicillof y Juan Grabois; y figuras mediáticas como Esmeralda Mitre.
El volumen de ingresos habría sido un factor clave para que el tribunal decidiera endurecer los protocolos de su detención.




