El Tribunal Oral Federal 7 realizó este jueves la tercera audiencia de la megacausa Cuadernos, donde se procedió a la lectura de los descargos de 32 de los 86 imputados, incluida la expresidenta Cristina Kirchner.
Paralelamente, el tribunal informó sobre la modalidad que adoptará el debate y resolvió el sobreseimiento de uno de los acusados por problemas de salud mental.
El desarrollo de la audiencia y los problemas edilicios
El TOF 7, integrado por los jueces Enrique Méndez Signori, Fernando Canero, Germán Castelli y Néstor Costabel, concluyó con la lectura de los descargos de 32 imputados y los aportes de 19 colaboradores en esta etapa inicial de la causa que investiga una asociación ilícita entre 2003 y 2015.
Durante la audiencia, el juez Castelli reveló las precarias condiciones en las que funciona el tribunal, señalando que durante seis años trabajaron en una «pequeña sede» con un «único baño y una modesta sala de audiencias» en el Palacio de Justicia de Talcahuano 550. Esta información fue confirmada por la Agencia Noticias Argentinas, medio que siguió en detalle el desarrollo de la audiencia.
El tribunal comunicó además que, a partir del 25 de noviembre, sumará una segunda audiencia semanal los días martes para agilizar el proceso, que incluye más de 600 testigos propuestos.
Sobreseimiento y críticas de la ex presidenta
El TOF 7 resolvió apartar y sobreseer a Enrique Menotti Pescarmona, presidente de IMPSA. Los peritos del Cuerpo Médico Forense determinaron que el empresario padece una «incapacidad mental sobreviniente», producto de una enfermedad neurodegenerativa progresiva. Esta condición fue la base fundamental de la resolución judicial.
Mientras tanto, Cristina Kirchner cargó contra el proceso judicial desde sus redes sociales. Incluso antes de que comenzara la audiencia, la ex presidenta lanzó duras críticas. «En la Argentina no hay Estado de derecho», afirmó. No se detuvo allí y comparó el juicio con «una serie mala en la que ya sabés el final desde el primer capítulo». También reiteró una de sus posturas centrales: según ella, los cuadernos de las coimas «no fueron escritos, sino que fueron fabricados». Esta declaración apunta directamente a las pericias oficiales presentadas en la causa.




