Frente a un presupuesto cada vez más ajustado por la inflación, los argentinos se volcaron al «dinero plástico» como nunca para afrontar los gastos de las fiestas de fin de año.
Según datos del Banco Central de la República Argentina (BCRA) según Noticias Argentinas, el uso de tarjetas de crédito habría alcanzado un récord en diciembre y ya en octubre había superado por primera vez al de las tarjetas de débito, marcando un cambio profundo en los hábitos de pago de los consumidores.
El «dinero plástico» gana la batalla al efectivo
Los números del informe del BCRA son contundentes. En octubre, el uso de tarjetas de crédito creció un 7.4% en cantidad de operaciones y un 1.8% en montos reales, descontando la inflación. En total, se realizaron 188.9 millones de pagos por un valor de $10 billones de pesos. En contraste, las transacciones con tarjeta de débito cayeron un 13.3% interanual en cantidad.
Este vuelco masivo hacia el crédito para financiar el consumo refleja la estrategia de las familias para estirar sus ingresos en un contexto de alza generalizada de precios. Los canales más utilizados fueron los POS y el QR (40% del total), seguidos de cerca por el e-commerce (37%).
Financiar en pesos y en dólares: un fenómeno multifacético
El uso del crédito para financiar gastos de los argentinos va mucho más allá del peso. Un sector significativo de consumidores también está utilizando las tarjetas para cubrir pagos en dólares. Estos desembolsos en moneda extranjera suelen estar vinculados a viajes y las vacaciones de verano, como lo reflejan las cifras oficiales. Según el informe del Banco Central (BCRA), durante el mes de octubre se concretaron 10,300 transacciones de este tipo, que sumaron un total de US$ 6.4 millones. El canal de compra para estas operaciones fue, en su abrumadora mayoría, el e-commerce (99%).
Pero este movimiento hacia el financiamiento en dólares es más amplio. Si se mira desde una perspectiva más general, desde que el BCRA autorizó el pago en dólares con tarjeta de débito en febrero de 2025, se han acumulado 44,810 operaciones por un monto total de US$ 31.4 millones. Estos números, cuando se analizan en conjunto, completan el perfil de un consumidor que busca soluciones de financiamiento para todo tipo de situaciones, desde los gastos corrientes hasta las compras más extraordinarias y ocasionales.
Una Navidad financiada a plazo y sus implicancias
El comportamiento observado por el BCRA presenta una paradoja. Si bien el 90.7% de las operaciones se realizaron «en un pago», el fuerte crecimiento del volumen total de transacciones con crédito indica que los hogares están asumiendo más deuda para mantener su nivel de consumo. Esto tiene un lado positivo para las autoridades: implica un mayor blanqueo de la economía y una reducción del uso de efectivo.
Sin embargo, este récord de uso de tarjetas de crédito llega en un momento en que la morosidad de las familias ya se encuentra en niveles alarmantes (7.8% en octubre). La pregunta que queda flotando es si este pico de financiación navideña será sostenible o si, por el contrario, agravará la tensión financiera de muchos hogares en los primeros meses del 2026.
